jueves, 28 de enero de 2010

Soy movimiento 2010 (V): contra la violencia sexista

Soy movimiento 2010 es una iniciativa bloguera comprometida, organizada por los blogs Letras y Escenas, Perdidas entre páginas y Soñadores de libros. Tendrá lugar a lo largo de las cinco semanas de enero, y cada semana todos los participantes deberán colgar en sus blogs un post relacionado con la causa correspondiente a dicha semana. Para ver la lista completa de blogs participantes, haced clic aquí.



Me habría gustado que el aspecto final del vídeo fuera un pelín menos cutre, pero... qué se le va a hacer. Esta vez es algo diferente, y no me dio tiempo a mejorarlo.

Off-topic, para los que ayer os quedásteis con la duda: lo que aparece al final de todo es el dibujo de un electrocardiograma como debe ser. No es tan difícil, ¿verdad? ;)

Y ahora, vuelta al tema:

No conozco muchos libros juveniles que traten sobre la violencia de género, pero sí que puedo mencionaros uno. Dreamland, de Sarah Dessen, un libro con un título muy bucólico que habla de un tema muy duro. No lo he leído, pero por las críticas que he revisado, es un tanto cenizo y deprimente. Claro está que el tema se presta a otra cosa. Os dejo la sinopsis:

Rogerson, un chico extraño y perezoso, con su flequillo marrón y sus brillantes ojos verdes, le había parecido a Caitlin una puerta abierta. Con él, ella podía ser quien quisiera ser, no sólo la sombra de mala calidad de su hermana mayor, Cass. Pero ahora se está ahogando en la aspiradora que Cass dejó tras de sí cuando abandonó a su familia para huir con su novio. Caitlin vaga en una tierra de drogas y en una pesadilla de los puñetazos repentinos de Rogerson, perdida en la búsqueda de sí misma.

¿Por qué se permiten tantas chicas entrar en relaciones abusivas, y qué es lo que las mantiene allí? Atrapada en una trampa que usa el amor y la necesidad como cebos, Caitlin debe cuidar cada movimiento para evitar que le golpeen las manos que antes eran tan amables. Su entorno está lleno de mujeres a las que les importa -mejores amigas, madre, hermana, maestra- pero la vergüenza evita que confíe en ninguna de ellas, especialmente en Cass, su brillante hermana mayor, cuya huida de casa parece haber marcado el camino a seguir.

miércoles, 27 de enero de 2010

Lugares del mundo donde preferiría estar ahora mismo #1

En una firma de libros de Richelle Mead. Bien podía Alfaguara seguir el ejemplo de Penguin UK, y darle un paseíto por las Españas (alrededor de las Españas, no sólo Madrid, por una vez).


Y ahora, desvaríos en estado puro:

1. Cosas tristes de la vida: la memoria a ¿largo? plazo.

Ayer descubrí que ya no me acuerdo de lo que son las oraciones adversativas ni las concesivas (en el resto prefiero no pensar, porque no surgió el tema). Ni siquiera me acordaba de que existían. Sinceramente, cosas como estas hacen que una se replantee para qué narices sirve haber estudiado sintaxis durante seis años.


2. Más desvariado todavía: ¿por qué ningún ilustrador se molesta nunca en dibujar correctamente un electrocardiograma, ni siquiera en las imágenes más oficiales? ¿Como... por ejemplo... campañas para algún ministerio?

martes, 26 de enero de 2010

Por si os interesa, y por si no os interesa también

Porque a mí, lo que es a mí, interesar no me interesa demasiado. Sobre todo porque después de leer Luna Azul y este inmejorable pero asesino resumen de Shadowland, me he quedado sin ganas de saber cómo diablos continúa la patética trágica historia de amor de Ever y Damen.

En cualquier caso, la cuarta entrega de la saga Los Inmortales (el primero es Eternidad, y es el único que está publicado en castellano), Dark Flame, ya tiene portada, y también fecha de publicación. Por si os interesa, repito, la fecha es el 6 de julio (en inglés). Lo que no sé es cuándo se publicará Luna Azul en castellano, así que...







Y ahora os voy a mencionar un concurso en el que tal vez os interese participar, porque, en fin, el premio es una copia de Willow, y ese libro bien se merece un trabajillo (o al menos yo, y muchos otros como yo, le di cinco estrellas). ¿En qué consiste ese trabajillo? Es el primer concurso del blog Soy cazadora de sombras y libros, y tenéis que crear una portada alternativa para Willow. Y para que no se diga que no gana el mejor, será la propia Julia Hoban (para los que estéis medio perdidos: la autora) la que decida en última instancia quién es el ganador.

Aunque aquí una humilde servidora (historiadora oficial de portadas) forma parte del jurado que elegirá a los finalistas (de entre los cuales, obviamente, saldrá el vencedor), así que estaré deseando ver todas vuestras entradas.

El plazo de presentación termina el 14 de febrero, y podéis leer aquí las bases. (Voy a ponerme pelma, pero ¡de verdad que me gustaría encontrar una participación ejemplar, y poder disfrutar así de vuestra creatividad!)

domingo, 24 de enero de 2010

Si no despierto (Before I fall) - Lauren Oliver - Reseña y primer capítulo

Título original: Before I Fall

Título en español: Si no despierto

Autora: Lauren Oliver

Editorial: Harper Collins

Año de publicación (en inglés): marzo de 2010

Editorial en español: SM

Año en español: 24 mayo 2010

Sinopsis:

¿Qué pasaría si sólo te quedara un día de vida? ¿Qué harías? ¿A quién besarías? ¿Y hasta dónde llegarías para salvar tu vida?

Samantha Kingston lo tiene todo―apariencia, popularidad, el novio perfecto. El viernes, doce de febrero, sólo debería ser otro día en su vida perfecta. En vez de eso, es el último. El chiste: Samantha todavía se despierta la mañana siguiente. De hecho, revive ese último día de su vida siete veces, hasta que se da cuenta de que, realizando incluso los cambios más pequeños, tal vez tenga más poder del que imaginó nunca.


Lluvia de estrellas:




Pre-crítica con espíritu quejica

Si vais a leer este libro, es mejor que os agenciéis antes un buen paquete de Kleenex pañuelos de papel (¡arriba las marcas blancas!) con los que detener la lagrimorragia y mocorragia posteriores. Si le echáis un vistazo a la sinopsis os daréis cuenta de que Before I Fall va de muertes, y los libros que van de muertes tienen una cierta tendencia a ponerse sentimentaloides en un momento dado, con lo que terminan provocando un caso de llorera aguda en el lector desprevenido.

Bueno. Pues ese va a ser todo el spoiler que os cuente. Y antes de continuar con mi opinión del libro, voy a quejarme a los cuatro vientos: me leí este libro en un booktour, así que se lo leyeron otras personas antes que yo. Dichas personas escribieron su opinión en las primeras páginas, para que la leyera después la autora, cuando el libro volviera a sus manos (yo me rebelé y escribí en la última, y con dibujitos en las del medio, qué narices). Y una de esas chicas, ignorando a la torera el hecho de que no era la única participante en el booktour, soltó un spolier como una catedral. ¡Básicamente, me destripó todo el final! Así que me cabreé todo lo humanamente cabreable, porque vale que una sea una indisciplinada y se lea los finales, pero oye, es una completa putada maldad escribir un spoiler de esas magnitudes justo antes de que empiece el prólogo. Además, ¿¿¿qué clase de bloguera destripa el final en una crítica???

Y ahora que ya me he despachado a gusto (no es que la Chica Spoiler vaya a leer mis ataques, porque es inglesa, pero me he quedado muy a gustito), ya puedo hablaros tranquilamente del libro.


Crítica corriente y moliente

Before I Fall viene a ser un remake de El día de la marmota, sólo que en plan melodramático. Como yo nunca vi esa película, a mí me recordó a un corto del pato Donald en el que Jorgito, Juanito y Jaimito tenían que revivir la Navidad una y otra y otra vez (cada cual utiliza las referencias que buenamente puede, oye).

(Inciso: mirad la foto del VHS, y os haréis una idea aproximada de hace cuántos años vi la película, aunque ya me pilló un poco vieja, con más edad de Harry Potter que de Mickey Mouse.)


Eso viene a ser también lo que le pasa aquí a Sam, pero como esto no es un corto para niños de cinco años, lo que tiene que revivir la chica es el día de su muerte. Una y otra vez, hasta llegar a siete veces (voy a decirlo, porque no puedo reprimirme: ¿qué típico es eso de que sean siete, y no seis ni ocho?).

A lo largo de esos siete días sucederá lo esperable (porque era exactamente lo mismo que les pasó a los sobrinos del pato Donald): Sam empieza siendo una bruja insoportable, seguirá siendo una putarrana odiosa, y al final, por el mágico poder del amor verdadero, del método ensayo-error y de la casi auténtica amistad, se convertirá en una buena chica que hará cosas buenas por otros álguienes más o menos buenos. Ese viene a ser un resumen aceptable.

Before I Fall es, por lo tanto y ante todo, un libro sobre segundas oportunidades. Y sobre bullying. Desde el punto de vista de una de las culpables (que vienen a ser, efectivamente, Sam y sus amigas). Yo me había leído algún libro desde el otro lado del mismo charco, así que esta vuelta de tuerca me pareció original (perdón, pero es que hoy me está dando por hablar rarísimo).

Sin embargo, aunque el bullying es el hilo conductor de la historia, tampoco se come el libro. De hecho, tiene un protagonismo bastante secundario. Tiene más protagonismo la historia de amor con el príncipe azul (en el sentido más estricto de la palabra). Y dicho romance es muy tierno y muy bonito y muy cortito y todo eso (porque lo es), pero hay por ahí algo que chirría. Kent (tiene casi el mismo nombre que el novio de Barbie, así que no os sorprendáis si el chico es igual de príncipe-azulesco) es ese chico dulce y bohemio que ha estado locamente enamorado de Sam desde los siete años.

Primer EJEM.

Además, a lo largo de los diez años que han pasado desde entonces, Sam no deja de soltarle barbaridades y miradas asesinas.

Segundo EJEM.

Aún así, Kent está más loco por ella que nunca, y haría cualquier cosa para captar su atención, aún a costa de que ella le responda con un ladrido.

Tercer EJEM.

Por lo tanto, sí, efectivamente, a Kent le va el masoquismo. Del duro.

Era mi intención hablaros un poquito de los demás personajes, pero no se me ocurre qué contaros. La mayoría de los secundarios sólo están ahí para prestarse a las epifanías y buenas obras de Sam, el novio es un capullo clásico sin más aspiraciones, y las amigas, que son las únicas que pintan algo en la historia, a veces son majas y todo eso, pero otras veces son bipolares perdidas.

Y, para terminar, tenemos por allí una hermanita pequeña y zalabeta (¡yo también era zalabeta! ¡pero a los ocho años ya no!) que, al más puro estilo de Riley en Eternidad, os sacará la lágrima fácil si todo lo demás (príncipe azul incluido) no lo consigue.

En cuanto a los aspectos más técnicos del libro, no ofrece nada nuevo, pero tampoco resulta pesado, y su prosa sencilla anima a seguir leyendo. Digamos que, si no hubiera leído ya el Padre de Todos los Spoilers al principio, habría permanecido enganchada a las páginas, con los ojos llenos de lágrimas y las napias llenas de mocos, hasta conocer el final. Porque incluso aunque yo ese final ya lo conocía (suspiro), seguía reconcomiéndome la intriga: ¿quién más murió ese primer día del Accidente De Coche Que Lo Empezó Todo? ¿Eh? ¿Eh? ¿Quién más?

Resumiendo, Before I Fall es un libro bonito, y aunque parte de una premisa no demasiado original, le da un giro adolescente para meter de por medio accidentes de coche, popularidad, alcohol, compras y bullying. Es tierno y es triste, y aunque le falta un algo indefinido (¿personajes más elaborados, quizás?) que lo convierta en una lectura especial, es agradable. Teniendo en cuenta que esta es la primera novela de Lauren Oliver, no creo que sea descabellado pensar que irá puliendo poco a poco todos esos detalles.


(¡gracias a Mec's Fairy Tales por la traducción!)

sábado, 23 de enero de 2010

Breve historia de las portadas (13ª parte)

Hace siglos que no cuelgo una Historia. Tengo muchísimo material reunido, así que era un absoluto rollo ponerme a decidir cómo organizarlo. Al final me decidí por coger sólo una parte de las portadas que tenía, para no saturaros tanto de información y que así disfrutéis mejor de ellas (aunque ya sabéis que cuando yo digo pocas en realidad nunca son tan pocas como digo).

Pero lo que en realidad me motivó a colgar hoy la Historia (cuando tenía casi lista la reseña que llevo prometiendo toda la semana) es el paseo que me di hoy por El Corte Inglés adelante. Con el consiguiente voltio por la sección de librería, evidentemente. Con lo que por fin pude ver (y acariciar) un precioso montoncito de En Llamas relucientes y regordetes (al lado de una solitaria copia de los Juegos), un par de Cosechas de Samhein por las que babeé a distancia, y una edición de Graceling en tonos rojos que no conocía.

Pero además de eso vi La traición veneciana, de Steve Berry. Pensaréis que qué tiene de especial este libro para que me fije en él. Pues tiene de especial que me mosqueó nada más verlo. Pero enseguida fui capaz de identificar la razón de mi mosqueo. Ved aquí, ved, el ataque de los clones:




Hoy el tema va a tratar fundamentalmente de parecidos razonables, porque son y serán siempre mis preferidos. Pero antes de empezar a buscarles parecidos a las portadas, os voy a enseñar un parecido especialmente razonable que hizo que me partiera de risa yo sola el día en que lo vi en The First Novels Club. Con todos vosotros, Ophelia, de Lisa M. Klein... y Michael Cera.




Vale, listo. Ahora es cuando toca empezar con la Cadena Interminable de Parecidos Razonables, y voy a ser tan parca en palabras como me lo permita mi lenguaje rimbombante (que no es mucho, lo sé, pero yo sigo intentándolo).

Primero, un parecido alucinante, gracias a Ale. Con alas o sin alas, si ponéis una de las dos delante de un espejo, lo más probable es que en el reflejo se vea la otra.




He dedicado Historias y más Historias a los clones portadiles de Crepúsculo, pero nunca me cansaré de traeros los que encuentre, siempre y cuando sean lo suficientemente espectaculares. Como este, por ejemplo, donde puedo deciros por fin que estoy empezando a estar hasta el moño de manzanas rojas (como las de Blancanieves, y mirad dónde fue a acabar la pobre chica cuando se la comió).




No me parece una casualidad demasiado casual el hecho de que una de las portadas nuevas de Drácula, el clásico vampírico por excelencia, sea un clon cutre de Eclipse, la nueva saga vampírica por excelencia (mi corazón se acaba de partir en dos al escribir las últimas palabras).




Si seguimos con vampiros, tendré que mencionar los mismos chupetones mordiscos de siempre.




Trayendo de paso alguno nuevo que todavía no estaba pululando por mi colección desperdigada (eso de colocar una herida en forma de corazón es una idea un poco macabra).




Quién sabe, a lo mejor estos son los dientes que utilizaron para dejar semejantes marcas.




Y para que veais que los cuellos no son los únicos afectados por los vampiros más glotones, os dejo aquí la prueba. Un aplauso para quien quiera que haya diseñado esta portada, porque por fin ha evitado poner a la misma chica con tortícolis de siempre. Y como estamos todos aplaudiendo (yo incluida) y dije que hoy iba a ser escasa en imágenes, no voy a poner más portadas con batidos (con contenidos variopintos, como podéis observar).




Ya que estamos hablando de heridas, podemos hablar también de cortes. Pero en este caso no es la chica-con-cara-a-toda-portada la que está cortada, sino la portada misma, a la que le echaron unos buenos tajazos. De Willow me parece recordar que ya hablé alguna vez. ¿Quién se apunta a apartarle esos pelazos de la cara a la chica dulce?



Sigo con las caras (de chicas, cómo no). En este caso con blancos y muchos negros, unos patrones floridos a la izquierda y un color azul verdoso demasiado característico. Ninguna de las dos ha sido publicada todavía, y ya han encontrado hermanas gemelas.




Más caras, por favor... En este caso, parcialmente cubiertas de una forma muy glamurosa por... ¿la misma máscara? ¡La misma quizás no, pero casi!




Y como hoy estoy sanguinaria, voy a seguir en ese plan, pero ahora desde el otro lado de la portada. Una de estas dos también la saqué en limpio de mi paseo matutino por el Corte Inglés. Y ¿sabéis qué? Anobii no es todopoderoso, porque allí todavía no aparece El cazador de sombras, de Patrick Bard, más que en franchute.




Me paso ahora al romance. Me quiere... no me quiere... me quiere...




Si hay química perfecta, seguro que me quiere. Por lo menos me querrá lo bastante como para bailar también un baile de diez centavos (¡halaaaaa...!¡¡pero si hasta se parecen una burrada y todo!!)




Me he quedado sin temas amorosos. Sola, más sola que la una, sobre un mar de...




... piedra no, por favor. Prefiero seguir con vida. (¿Razonable o no razonable... el parecido?)




Aunque sea así, espachurrada contra el suelo.




Y eso haga que me sienta invisible, como un mueble.




Aunque casi mejor dejo la paranoia, y me desmeleno...




(chunda, chunda, chunda...)




...corriendo... y saltando... trilorilorilooo...




... con un paraguas rojo al que le gusta acaparar portadas...





... en medio de la ciudad de Nueva York, de noche, en la Zona Cero.




O de día. En medio de ninguna parte, o en el instituto que nunca volverá a ser "ninguna parte".




No, casi mejor tachad eso. No paséis página: arrancadla.




Y vamos a cambiar a un tema más alegre, por favor:

Una de las opciones del Concurso Ojo Crítico (que fallé hace casi un mes) era crear una portada a partir de la (casi) nada. Como el concurso no era un concurso, sino un sorteo, nunca pude hacerles el debido honor a los que decidieron crear unas portadas dignas de libro.

Voy a empezar, de forma totalmente aleatoria, con la portada de Sentirtuslatidos. No sé qué muñeca es esa, pero seguro que después de su sesión en el salón de belleza terminó divina de la muerte.




Ahora, con todos vosotros la de rem, quien, aún a riesgo de ser quemada viva (*suspiro melodramático*) quiso intentar su propia versión de un libro de Katherine Neville.




Esta fue la versión más bestial de Creatividad original (no digo nada más, porque ya hablé de ella cuando ganó el sorteo).




Ved el ángel de la cafetería de Emma, que como alce la vista, va a verle todas las vergüenzas a ese escocés tan impúdico (que no impúbico).




Os presento a LeLian, presumiendo de ojazos.




Y a Liki, tocando ese Stradivarius suyo de medio millón de euros.




Esta fue la forma que tuvo Mec de dejarme con la boca abierta ante semejantes dotes artísticas (y aún sigo así a día de hoy).




Con las barbies de PaGe (que dejó que su niña interior se diera un fiestón al organizar la sesión de fotos) me eché unas carcajadas soberbias, yo solita, delante de la pantalla.




Que fueron las mismas que solté al ver la forma inmejorable que tuvo Kirtash de representar las Desconexiones de Unwind.




Pues esto será todo por hoy (y me reservo el resto para la próxima vez). Feliz sábado a todos, y mucho cuidadito con lo que contestáis en la encuesta de los Juegos, que os estoy observandooooo... buuuuuuuuuh... (No me digáis que esta mirada tan fija no os pone nerviosos.)