domingo, 28 de febrero de 2010

Fat Cat (Cat la gorda) - Robin Brande - Reseña

Título: Fat Cat

Autora: Robin Brande

Editorial: Knopf

Año: 2009

Sinopsis:

Y fue entonces cuando me di cuenta de que quería ser ella.

No ella en el sentido de que quisiera luchar contra hienas de dientes de sable para conseguir una comida decente, sino en apariencia. Por una vez en mi vida ―y ya sé que esto suena increíblemente superficial, pero la ciencia exige la verdad―no me importaría verme... bien. O por lo menos mejor que ahora. Tal vez incluso guapa, si es que eso es posible. Cuando me levanto por la mañana, es como si estuviera vestida con este gigantesco traje gordo, y si tan sólo fuera capaz de encontrar la cremallera, entonces podría salir de él y empezar a vivir mi vida de verdad.


Sopa de estrellitas:



Entrante

Os escribí aquí la sinopsis tal y como aparece en la contraportada, porque es chocante. ¿Veis eso sobre las hienas de dientes de sable? Cuando lo leí por primera vez, creí que era una forma más de echarles pullas a las animadoras, y que lo que Cat quería era ser como la abeja reina de su instituto (un objetivo completamente superficial y poco enriquecedor, pero bastante frecuente, por otra parte).


Pues no.


Lo de las hienas de dientes de sable es en el sentido literal. Cat quiere ser como una chica Homo Erectus: vida natural de salud y belleza, para que cuando unos científicos de milenios en el futuro encuentren sus huesos y les pongan un cuerpo alrededor para intentar saber qué aspecto tenía, no le adjudiquen ni un sólo gramo de grasa más ni menos que los que tenía en vida (¿o acaso alguien vio nunca un dibujo de Homo Erectus gordo?).



Primer plato

¿Todavía no te sientes como una foca obesa? ¿Quieres empezar a hacer dieta, pero no consigues mentalizarte? ¿Quieres perder peso, pero todavía no te sientes lo bastante gordo/a? ¿Quieres conseguir sentirte culpable cada vez que mordisquees una tableta de chocolate o te bebas un refresco?

Pues entonces, Fat Cat es todo lo que necesitas.


Tras leer sus primeras 150 páginas conseguirás sentirte tan absolutamente seboso que te pesará hasta el alma, y serás capaz de oír el crujido del colesterol dentro de tus arterias, mientras los michelines se bambolean alrededor de tu abdomen perezosamente como un grupo de babosas en celo y la papada te llega hasta el ombligo. Porque son 150 páginas de dieta estricta, de aniquilación sobre el papel de la comida basura y de pérdida en general de muchos kilos por parte de Cat, Kit Cat, la gorda Cat. Básicamente, porque no hay mucho más tema.



Segundo plato

Una vez pasadas las primeras 150 páginas, sin embargo, la cosa cambia. Cat ya está delgada, así que es hora de empezar un segundo libro dentro del libro, una comedieta romántica que bien podría titularse “Bridget Jones va al instituto”. Os presento a los intereses amorosos:

  • Greg: bruto, feo, malooooooo, con menos sex appeal que un murciélago sin colmillos. Será el primer novio cuando la Gordísima sea sólo Gorda-A-Medias.
  • Nick, también conocido como Hugh Grant. Es un guapo rompecorazones, y con él nuestra ¿querida? Cat/Bridget Delgada se calienta como una estufa y se desmelena que da gusto. Pero claro, él no la quiere, y en realidad ella a él tampoco...
  • Matt, también llamado Colin Firth. Es el amigo de la infancia, el primer amor verdadero “que nunca se olvida” (cita literal del libro), y un auténtico bombón (aunque Cat ya no puede tomar bombones, por supuesto, porque sigue a dieta). Claro que... en realidad Cat lo odia a muerte. ¿O no?

¿Os suena la historia? Bueno, ya se sabe que no todos los libros pueden mantener el misterio hasta el último momento. (A continuación voy a encasquetaros una frase monísima de publicidad subliminal, así que tenéis permiso para poner los ojos en blanco e ignorarme.) No todos los libros en este mundo nos hacen padecer con la duda de si Katniss acabará más sola que la una, de si Janie y Cabel conseguirán acabar juntos, o qué será de los amoríos de Rose. (Fin de la publicidad subliminal.) El libro es absolutamente predecible, pero es muy ágil, al principio es bastante divertido, y ofrece mucho más de lo que en realidad nos da. La idea de que Cat quiera ser una Homo Erectus moderna como proyecto en clase de biología me gustó (¡peligro! laboratorio: obligatorio ligar con el de al lado). Que utilizara los deberes como excusa para hacer dieta, y que pretendiera con ello ganar un concurso científico, ya no tanto. Empezamos el libro con una idea en la cabeza (Cat de animadora), nos proponen otra cosa distinta (Cat de Chica Erectus, porque decir Chica Erecta suena fatal), y al final nos quedamos con una apología desenfrenada de la comida sana y con una comedia romántica descafeinada.

Está bien que un libro de estos tenga clichés. Es de esperar. Una mejor amiga ultra-perfecta, por ejemplo. Eso es normal. Chicos-florero que sólo sirven como máquinas de besuqueos para subirle el ego a la protagonista acomplejada. Eso también es normal. Pero luego tenemos todo ese mensaje de que la chica gorda se odia a sí misma (no me lo invento: hay un párrafo que usa exactamente esas palabras), que no tiene amigos, que nadie la quiere, que es fea... Y entonces adelgaza, se saca varios ligues de la manga, es feliz, es mucho mejor persona, su vida se vuelve perfecta, y patatín, patatán.


VEN-GA. YA.


Claro que esa no es la versión oficial. La versión oficial es que la comida sana es muy buena, pero que todo el mundo debe ser aceptado por cómo es en realidad, con o sin michelines. Y ahora seré yo la que ponga los ojos en blanco, porque mi impresión final fue muy distinta. Un libro como este sólo sirve para que las niñas gordas que lo lean acaben con la autoestima por los suelos, y se supone que este es un libro juvenil cómico y de entretenimiento, y a lo mejor es mi culpa porque no tengo sentido del humor, pero no veo dónde está la gracia de decir de una forma tan absolutamente directa que ser gordo es igual a ser un fracasado. La obesidad es una enfermedad y el sobrepeso es un problema social, pero ninguno de los dos es una puñetera peste.

Así que lo único que consiguió este libro, al final, fue cabrearme.



(No hay postre)

jueves, 25 de febrero de 2010

La Mano Izquierda de Dios (Paul Hoffman) - Reseña y primer capítulo

Título: La Mano Izquierda de Dios (La Mano Izquierda de Dios #1)

Título original: The Left Hand of God

Autor: Paul Hoffman

Publicado en inglés por: Michael Joseph

Año en inglés: enero 2010

Publicado en español por: La Esfera de los Libros

Año en español: febrero 2010




Contando las estrellas en el cielo:



Escuchad: el Santuario de los Redentores en Peña Shotover se llama así por una cochina mentira, pues por allí redención hay poca, y santuario aún menos.




Horario de clases del nuevo curso para los acólitos del Santuario:

Primera hora: Educación física Gimnasia

Mandó que la fila entera, y no sólo ellos tres, se colocaran sobre los nudillos y empezaran a hacer las flexiones que les acababa de mandar.

―Tú no, Cale ―dijo Malik―. Tú haz el pino. ―Sin dificultad, Cale hizo el pino y empezó en aquella postura a doblar los brazos, arriba abajo, arriba abajo.



Segunda hora: Matemáticas

―Esas murallas son las más grandes del mundo: tienen quince metros de ancho en su parte más estrecha, y un perímetro del doble de ocho kilómetros.

Los muchachos lo miraron.

―O sea, dieciséis kilómetros ―observó Kleist.

El cabo puso cara larga y espoleó el caballo dejándolos atrás.



Tercera hora: Lengua Castellana y Literatura

―Eso decís vos. Pero me pregunto si no habrá en vuestro interior un héroe incipiente.

―¿Qué quiere decir “incipiente”?

―Algo que comienza a aparecer, a existir.



Cuarta hora: Biología

― [...] En cuanto a fumar, eso es una afectación infantil, un hábito desagradable a la vista, odioso a la nariz, dañoso para el cerebro y peligroso para los pulmones, que vuelve el aliento apestoso, y afeminado al hombre que abusa de él.


Normas de conducta para los acólitos del Santuario:

El Santuario de Peña Shotover es un colegio de curas. Un internado como otro cualquiera en el que los alumnos comparten cuarto, madrugan a diario, desayunan en el comedor, se reúnen con sus tutores, tienen clase, hacen los deberes... Y reciben palizas constantes, entrenan doce horas diarias para ser soldados, siguen una disciplina férrea, mueren tantos como sobreviven, no tienen contacto con el mundo exterior y, en líneas generales, tienen la sensación de estar viviendo en el mismísimo Averno. Después de vivir en el Santuario desde la más tierna infancia, a los acólitos de Peña Shotover no les quedan energías para rebelarse, pero sí para vengarse del mundo y llegar a ser ellos mismos monjes redentores: crueles y violentos hasta el extremo, con una sed de sangre insaciable.

Al igual que Thomas Cale.

Un adolescente de catorce años, lleva malviviendo en el Santuario desde los cuatro. Pero a pesar de que sigue a rajatabla todas las normas, incluso las más descabelladas y crueles, su única aspiración en este mundo es huir. Llegar a escapar algún día del yugo de los redentores. Cuando descubre, junto a dos de sus compañeros, el secreto más oscuro de una secta del Santuario, la fuga se precipita, y no les queda más remedio que intentar alcanzar la ciudad de Menfis, un lugar donde pasar desapercibidos. Pero ¿podrán tres acólitos, criados en la violencia extrema, sobrevivir en una ciudad “donde todos los pecados tienen cabida”?


Lista de castigos para los acólitos del Santuario:


Crueldad y romance, pasión y tortura, huidas, batallas, humillación, risas, sexo, miedo y secretos que permanecerán a medio desvelar para poder seguir con ellos en la próxima entrega de esta trilogía. Esto es lo que encierra Menfis para Cale. Y esto es lo que encierra el libro para vosotros, si os animáis a cogerlo y me creéis cuando digo que no va a defraudaros (porque puedo aseguraros que no va a hacerlo).

Antes de meterme más en profundidad con el libro (hoy trataré de ser breve, de verdad, que estoy inmensamente espesa), tengo que admirar una de sus mayores virtudes. Por una parte, la forma en que está escrito no permitirá que abandonéis la lectura fácilmente. Un estilo claro y conciso, muy visual, con ese ocasional humor macabro que hará que tan pronto os sintáis asqueados, como enternecidos, como divertidos. Y por otra parte, la traducción es verdaderamente buena. Todos hemos pasado (y si no ha sido así consideraos afortunados) por la experiencia de leer traducciones pésimas, y una mala traducción puede cargarse fácilmente un libro. Faltas de ortografía que hieren la vista, errores de puntuación que hacen que una frase sea incomprensible, palabras raras o infrecuentes que no suenan naturales... En este caso, por el contrario, la traducción es muy buena (créditos a quien los merece: Adolfo Muñoz), y ayuda a agilizar la lectura tanto como el propio estilo del escritor.

Dicho esto, me meteré con la historia. Mis partes preferidas fueron todas esas en las que los redentores aparecían en toda su brutalidad, las escenas de las fugas, los momentos de tensión en el Santuario... Yo y mis macabradas en estado puro. Pero lo digo en serio: en mi opinión, los elementos más oscuros le dieron al libro su mayor encanto. La parte de la ciudad de Menfis, por el contrario, captó mi atención por momentos, y tuvo sus instantes de gloria, pero era más lenta, y después de esos momentos frenéticos del principio, me supo a poco.

Tenemos al héroe atípico, un chico violento, reservado y demasiado maduro para su edad, pero que desde el momento en que sale del Santuario se ve obligado a conocer el mundo de una forma nueva. Es decir: ahora es cuando viene todo eso de la maduración y el crecimiento, la psicoterapia, la superación personal, el primer amor, bla, bla, bla. No hace falta que os lo desmenuce. Os hacéis una idea. Y aunque a veces parezca que están fuera de tono, me gustaron mucho esos momentos en los que Cale muestra su inocencia más infantil. Porque, a pesar de todo lo que le ha pasado, no deja de tener catorce años.

Y como quiero ser breve, ahí va mi resumen de lo que ofrece el libro: una historia fascinante, personajes cargados de dobles intenciones, momentos de ternura y otros de adrenalina en estado puro.

Mi única queja es que lo encontré muy parco en explicaciones (las razones de algunas de los acontecimientos más importantes quedan a oscuras, no sé si para ser reveladas más tarde, o porque Paul Hoffman las consideró irrelevantes), y los personajes femeninos están demasiado idealizados (o lo que es lo mismo: son bastante planos). Pero supongo que, teniendo en cuenta que los pobres chicos nunca en su vida tuvieron delante a una mujer, esto puede ser comprensible (lo de la falta de explicaciones no: sigue siendo frustrante). El libro es caro (eso es cierto), pero incluye 400 páginas frenéticas e impredecibles que llegarán a engancharos hasta tal punto que empezaréis a contar los días para poder leer la siguiente entrega (de la cual no sé nada, así que nada puedo deciros).

¡Felicidades, Vic Cullen!



Esta chica (prácticamente vecina mía, por cierto) fue muy discreta y se calló como una tumba el cumpleaños de su blog, así que no pude felicitarla en condiciones. Por eso quiero hacerlo hoy, aunque no sea el cumpleaños de su blog, sino el suyo propio.

¡Feliz cumpleaños, Victoria Cullen, administradora única e inigualable de Conexión Inconsciente!

Por estos lares es la benjamina (hoy ya un poquito menos), pero ha estado escribiendo Conexión Inconsciente desde hace más de un año y medio (lo que la convierte en una experta para gente como yo). Y aunque hoy no estoy absolutamente nada inspirada (si he evitado publicar una entrada en todo lo que va de semana es porque tengo el cerebro nadando en mantequilla, sebo y tocino), quiero desearle desde aquí que pase un buen día y un muy buen año, y que cumpla muchos más, porque es una chiiiicaaa exceleeeenteee, y sieempreee lo seráaa...

La ciberconozco desde hace mucho tiempo, y siempre ha demostrado ser muy sincera y sin un pelo de tonta, con esas reseñas breves en la justa medida (siempre admiro mucho esa cualidad en las personas, porque yo carezco por completo de ella) y siempre muy personales, en las que siempre puedo confiar y que siempre me encanta leer. Por todos esos pedacitos de sí misma (reseñas o no) con los que nos ha deleitado en su blog, por toda esa profesionalidad, simpatía y educación que ha demostrado siempre, por esos fragmentos de su novela que nos ha dejado leer, por esas conversaciones que hemos mantenido por messenger, porque le gusta la lluvia tan poco como a mí, porque es toda una artista, porque iba a decir una cosa más pero ya no me acuerdo, y porque me da a mí la gana, le deseo un muy feliz cumpleaños.

lunes, 22 de febrero de 2010

IMM #13: los hijos pródigos están ya en el hogar

Tengo un hambre voraz, el pelo salvaje, las manos entumecidas y mojado hasta el apellido. Odio la lluvia tanto como siempre y más que nunca, y no puedo esperar a terminar la carrera y largarme por fin al medio del desierto del Sáhara, en algún lugar donde nadie sepa siquiera lo que es el color verde.

Pero mientras tanto sigo aquí, y la lluvia me ha quitado las ganas de salir a celebrar que por fin he terminado mis exámenes de febrero y de que por fin (oooooh... qué felicidad...) vuelvo mañana a prácticas a las ocho de la mañana bajo una lluvia asquerosa, así que voy a consolarme yo solita. Diciéndome que tranquila, que hoy como premio de consolación empezaré con El trono envenenado, y que esta semana sí, me pondré a actualizar reseñas, y el IMM de hoy, aunque sea póstumo porque ya me he leído todos los libros, es muy breve pero tal vez el mejor que haya hecho nunca. Porque hoy, y sólo hoy, os enseño tres libros que están a caballo entre el 4/5 y el 5/5, según me sienta de tacaña o generosa en su momento, y dos de ellos están en castellano y el otro es una preciosidad, así que más os vale que toméis nota para consolarme, porque estoy muy mojada y muy muerta de hambre y muy muerta de sueño y muy quejicosa.

Por lo tanto, con la esperanza de que los truenos que está soltando mi estómago me dejen concentrarme lo suficiente para escribir cuatro palabras, empiezo:




(Eso de Priority Mail es un chiste muy divertido, pero a mí gracia no me hizo ninguna. Y a no ser que me lo trajeran directamente desde los anillos de Urano, cosa que dudo muy mucho, es una mentira cochina y rastrera y cruel con mi débil corazoncito fan de WAKE.)

Los últimos serán los primeros, y GONE fue el último de los tres que recibí y el primero que terminé. Con 214 miserables páginas que por fin me permiten decir que ALELUYA, acabé alguna otra saga además de Crepúsculo y Harry Potter, establezco que:

  • Estoy llorando a moco tendido, pero no voy a deciros si lloro porque ya terminé la saga, o lloro porque al final sucedió lo que todos tanto nos temíamos. (Llamadme sádica, adelante, porque lo soy y lo disfruto.)
  • Me enamoré todavía más de Cabel, si es que eso es posible (habría jurado que no lo era, pero hasta yo me equivoco alguna vez).

Lo adoré, me encantó, ni me leí el libro ni me lo devoré: me bebí sus páginas y su tinta y cada una de sus palabras como si estuviera deshidratándome en el medio de un desierto, exactamente igual que el muñeco de la cabecera de mi blog.




(Y por fin, después de mucho tiempo, puedo colocar los tres libros juntos y jamás revueltos, y cada vez que los veo todavía me asoma una sonrisa a los labios, y están en la mejor de las compañías posibles, con The Hunger Games a un lado, y Unwind al otro.)



(Tenía la Foto Más Sosa Del Mundo para acompañar a este libro, pero el libro no se merecía el desaire y me dio vergüenza y me aburría de estudiar y era tarde por la noche, así que decidí darle un poco de vidilla. No le busquéis significados extraños, porque me temo que no tiene ninguno.)

Cuando recibí este libro estaba en la ducha, pero por suerte había en mi casa más gente capacitada para abrir la puerta. Y la abrieron. Gritaron mi nombre. Bramaron "¡¡un paqueeeeteeeeee!!", y todo en lo que yo podía pensar y cantar bajo la ducha era "por favor, que sea GONE, que sea GONE, que sea GONE, queseaGONEqueseaGONEqueseaGONE...". Obviamente, no era GONE. Mentiría si os dijera que no se me cayó el alma a los pies. Y mentiría si no dijera que faltaban aún otras 29 horas y 37 minutos (contados por el reloj mental que puede cantar bajo la ducha) para recibir de verdad GONE. Mientras tanto, decidí que tenía que aprovechar al máximo la situación, así que me senté cómodamente espatarrada en mi silla, y empecé a leerlo. Y... oh, Dios santo y bendito. Qué maravilla. No quiero desvelar más, porque si lo hago me quedo sin argumentos para mi reseña, y así no hay forma de hacer que me visitéis para obligaros a leer dos veces lo mismo.



Y el final es el principio, el libro que antes llegó a mi hogar y que conquistó mi corazón codicioso primero, pero que entró de último en mi cabeza, aquel libro de tapas gordas y hermosas con el que he compartido siempre una tormentosa historia de amor libre. La cosecha de Samhein, Cose para los amigos. Él se largó con otra, y yo también lo dejé abandonado en un estante ajeno, nos odiamos a distancia y nos llamamos de todo, pero por fin hemos vuelto los dos con disculpas en los labios y un ramo de flores y estamos viviendo juntos, felices y casados. Y ya sabéis cómo son de apasionadas las reconciliaciones, porque Cose me robó una noche casi entera de sueño, manteniéndome en vela hora tras hora hasta que lo terminé, y aunque no es perfecto y ya os diré por qué en su momento, tengo que quitarme el sombrero ante esa capacidad que tuvo para clavarme a las hojas con magistral precisión hasta que leí la última palabra y pude apagar la luz y cerrar los ojos y soñar con la ciudad del nombre que por fin aprendí a recordar y a pronunciar: Rocavarancolia.




(Y por si no os habéis dado cuenta, hoy no aparece mi oso panda. Os envío saludos de su parte, pero al pobrecito le sentó mal el bambú y lleva toda la semana en el váter, así que no le dio tiempo a sacarse ni una instantánea miserable.)

Y ahora, entre el bramar de la lluvia y el rugir de mis tripas, cuelgo esta entrada y me marcho a comer.

domingo, 21 de febrero de 2010

Gruñidos #3: los Diez Mandamientos

Estoy tan lejos de ser una experta en la blogosfera como de ser astronauta, pero todos podemos hacer gala de vez en cuando de un mínimo de sentido común (con más o menos cordura de por medio).



  • 1. Respetarás a tus lectores sobre todas las cosas.
  • 2. No comentarás ni postearás en vano.
  • 3. Santificarás los tutoriales de HTML.
  • 4. Honrarás a tus fuentes.
  • 5. No copiarás.
  • 6. No cometerás spameos impuros.
  • 7. No insultarás.
  • 8. No darás falso testimonio ni mentirás.
  • 9. No consentirás spameos ni insultos impuros.
  • 10. No codiciarás ideas ni blogs ajenos.

Estos diez mandamientos se resumen en dos:

Respetarás a tus lectores sobre todas las cosas, y al prójimo bloguero como a ti mismo.

(Aquí, un post de Cuaresma como Dios manda.)

viernes, 19 de febrero de 2010

La cruel sinopsis de Mockingjay (y con esto queda dicho todo)


Acabo de encontrar esta sinopsis en Goodreads. Y aunque tiene toda la pinta de ser provisional y me suena sospechosamente a la sinopsis de En Llamas, además de que no dice absolutamente nada que no sepamos ya, tampoco me cuesta nada ponerla aquí (marcada como spoiler, por si no habéis leído En Llamas, aunque ya os digo que esto en realidad no dice nada, ni siquiera en referencia al horripilantemente abierto final del segundo libro).


Contra todo pronóstico, Katniss Everdeen ha sobrevivido a los Juegos del Hambre dos veces. Pero ahora que ha salido de la ensangrentada arena con vida, todavía no está a salvo. El Capitolio está furioso. El Capitolio quiere venganza. ¿Quién creen que debería pagar por las molestias? Katniss. Y lo que es peor, el Presidente Snow ha dejado claro que nadie más está a salvo tampoco. Ni la familia de Katniss, ni sus amigos, ni la gente del Distrito 12. Poderosa e inquietante, la emocionante última entrega de la innovadora trilogía de Los Juegos del Hambre promete ser uno de los libros más discutidos de todo el año.


Y puesto que todavía no sabemos de qué va a tratar el libro, David Levithan (uno de los dos autores de Nick y Norah: una noche de música y amor), el director editorial ejecutivo de Scholastic, ha tenido la grandísima amabilidad (ejejem) de decirnos de qué no va a tratar:

  • Panem no se sorprende cuando el Distrito 9 es nominado para el Oscar como mejor película.
  • En ningún momento el Presidente Snow pronuncia la línea, “Esto es el Snowmageddon, nene”.
  • A pesar de que en internet se rumora lo contrario, no se revela que Cinna ha diseñado atuendos secretamente para una funcionaria del Capitolio llamada “Lady GaGa”.
  • Todos los rumores de una aparición de Geronimo Stilton* son falsos.
  • En una decisión severa de la editorial, decidimos que Katniss no ganara los Juegos del Hambre… ya que solo sería interrumpida por Kanye West al recibir su premio.

* Gerónimo Stilton es un ratón de una serie de libros para niños de 9 a 12 años creados por la escritora italiana Elisabetta Dami, que firma como el escritor ficticio de la misma saga. Es decir, la saga, según la escritora, está escrita por Geronimo Stilton, el ratón.


(Gracias a Rocío del Carmen Talavera por la traducción.)

Por cierto. Mi corazón se ha partido en mil pedazos: no habrá ARCs de este libro.

Esto no es un IMM, pero puede llegar a serlo algún día

Especialmente porque estoy deseando enseñaros mi preciosa copia de GONE. Lo que pasa es que antes de sacarle una foto tengo que secarle las babas que le cayeron encima, y además (aunque esto no se le puede secar) no sé cómo narices se hizo una microrrotura microscópica en la sobrecubierta (alerta: off-topic). El caso es que a pesar de todo eso todavía puede esperar para su presentación en sociedad. Un poquito. Casi nada. Porque tengo otra cosa que escribir antes de eso, básicamente.

Como estos días está apareciendo por todas las esquinas de la blogosfera la colección En el infierno (Noches de baile en el infierno, Amor en el infierno, Vacaciones en el infierno, no sé exactamente con qué orden va cada uno pero me da lo mismo), es hora de enseñaros la nueva entrega. Con el original (ejem) título de...


Tachán, tachán...


Besos en el infierno


Y aunque aparecen relatos de las totalmente prescindibles (en mi opinión, no me meto con la vuestra) Alyson Noël (Eternidad) y Kristin Cast (La Casa de la Noche), uno de Kelley Armstrong (Darkest Powers) que no sé qué tal estará, y otro más de una tal Francesca Lia Block a la que no conozco de nada... Aparece un cuento de Richelle Mead. Y como ya dije una vez hace no mucho tiempo, si aparece un cuento suyo, tengo que leerme el libro. A pesar de los pesares de Alyson Noël y de Kristin Cast (suspiro).

En cualquier caso, el libro saldrá a la venta en EEUU el 1 de septiembre de este año. Os dejo aquí la portada.



Esta no es la primera vez que aparece Richelle Mead en uno de estos libros recopilatorios. De hecho, aparece ya en unos cuantos, tanto de romántica adulta como de romántica juvenil. Pero como este blog es juvenil (algo difícil de adivinar viendo su nombre), me centro en la antología de cuentos juveniles. Se titula Immortal (Inmortal, obviamente), y aunque vuelve a aparecer Kristin Cast, también tenemos a Rachel Caine (Morganville Vampires), a Cynthia Leitich Smith (Tantalize y Eternal, tengo las reseñas por algún lado), a Claudia Gray (Medianoche), a un par de autoras que no me suenan, y a Richelle Mead, evidentemente. Es una serie de cuentos románticos protagonizados por vampiros. Ya podía alguien plantearse el traducirlos al español algún día...

jueves, 18 de febrero de 2010

Breve historia de las portadas (14ª parte)

Vamos allá con la dura tarea de colgar una nueva entrega de la Breve Historia de las Portadas. Esta vez, originalidad hay poca, cosas añadidas por mí hay todavía menos, y he intentado colgar todos los parecidos razonables que me pasasteis (si hay alguno que no colgué, es porque no conseguí la imagen o porque ya había aparecido en una Historia anterior, así que buena suerte a la hora de encontrarlo). En conclusión: tenéis ante vuestros ojos un popurrí de imágenes de diversas fuentes, y esto empieza a ser tan absolutamente caótico que hasta a mí misma me cuesta recordar dónde colgué anteriormente cada portada. Además, hoy juro que sí intentaré ser parca en palabras.

Primero

Empecemos con unas cuantas portadas antes y después de que se hicieran la cirugía estética por fotochó. Estas imágenes encajarían perfectamente en la Historia que le dediqué a Belén Esteban, pero como soy una absoluta vaga, me niego a actualizar dicha Historia, así que os las cuelgo hoy aquí. Para vuestra información: los "antes" están a la izquierda, y los "después" están a la derecha.

Aunque hoy voy a ser parca en palabras, de este libro tengo que comentar algo porque sí. Porque uno de los escritores es el mismo de la Chincheta Gigante, porque quiero leerlo, y porque definitivamente la portada nueva es más bonita, porque es toda tornasolada y preciosa y con brillos y me estoy muriendo por tenerla en mis manos.



Esta es otra cosa que no puedo callarme: serán locuras mías, no lo niego, pero aunque la portada nueva está más vista que el tebeo, la antigua portada de Iron King se me hace absolutamente hortera y ochentera (que vienen a ser sinónimos, pero en fin).




En este caso, por el contrario, me parece mejor la primera portada. La segunda me parece cutre, los hilitos de colores me parecen el colmo de la cutrería, y además, si un libro se titula Marcada de nacimiento, no veo yo que la imagen de una chica que lo está fuera a herir tantas sensibilidades. Ni que fueran unos parias. Así que en este caso, no es sólo que no me guste la portada nueva (que no me gusta), ni que me guste la portada vieja (que sí), sino que me parece una muestra de papanatismo intolerante el que la hayan cambiado.





Segundo

Y ahora, un par de ejemplos de mis portadas favoritas: las imágenes repetidas sin vergüenza.

Para vuestra información, la imagen de la derecha es la portada polaca de Traicionada. Pero ni el cambio en el color del pelo, ni el cambiar las runas por los ojos en el fondo, ni el efecto espejo logran esconder el hecho de que nadie se molestó siquiera en despelotar a una segunda chica para sacar una foto diferente.




En este caso de ahora, tengo que agradecerle a Ifigenia el haberme enseñado la portada portuguesa de El Don. Y como aquí ni siquiera se han molestado en cambiarle el color de pelo, el de los ojos o ponerle un grano en la frente, no digo más.





Tercero

En estos momentos me he quedado sin más clones que colgar (será porque siempre que encuentro alguno nuevo me doy una prisa espantosa en subir una Historia), así que volveré a las andadas, con los parecidos que son razonables pero no tanto.

Empiezo por una vieja amiga mía. He subido tantísimos parecidos para la imagen de la izquierda, que ni siquiera me voy a molestar en incluir aquí todos los links (lo siento, pero buscarlos todos es mortalmente aburrido). Pero si una vez colgué su zombificación, esta vez tengo que enseñaros su vampirización.



Esta portada de Crónicas Vampíricas también me la pasó Ifigenia. Y si no le encontráis parecido con la portada de la parodia de Crepúsculo, es que a lo mejor necesitáis ir al oculista con urgencia.




Y hablando de Crepúsculo, este es otro parecido alucinante que me pasó Ifigenia. A este paso, con tantas portadas post-crepusculinas como existen, vamos a poder hacer una macedonia. Si no fuera porque siempre están sobando la fruta con las manos...




No voy a abandonar la temática vampírica, pero me voy a salir de las páginas y meterme en el cine y la televisión. Este parecido me lo enseñó Ale, y sí, desde luego, no hay quien niegue el calco. ¿Casualidad de verdad o casualidad forzosa? (¿Tiene siquiera sentido lo que acabo de decir?)




Más vampiroooos, por favooooor... Otro parecido innegable y florido (estoy hasta las napias de las portadas con flores) que me pasó Ifigenia. Desde aquí, y otra vez: muchas gracias.




Parecidas a las anteriores, pero más parecidas todavía entre sí, son la portada portuguesa del bodrio titulado Noches de baile en el infierno, y la portada americana de La Bestia.




Ahora cambiamos de tema, os dejo esto aquí, y no digo nada. ¿Sois fotogénicos? (Vale, sí, he dicho algo, lo siento.)




Este parecido no es con portadas, pero tampoco importa. No encontré una buena imagen de perfil de la Nicole Kidman jovencita y pelirroja, pero estoy segura de que incluso así sois capaces de ver el parecido. Muchas gracias a Ale por pasármelo.




Este parecido ya lo colgué el otro día, pero voy a repetirme, porque el otro día no lo colgué en una Historia, sino en un post diferente. Y a pesar de que Martín Rivas me cae muy gordo, se sigue pareciendo al chico de Gone tanto como el otro día.



Agradezco otra vez a Ifigenia el enseñarme esta imagen de El mundo de Harriet.




Y le doy las gracias a Sol por ayudarme a ampliar mi gran colección de imágenes "al otro lado de la portada". En este caso, con un añadido de Stephen King absolutamente sangriento.




Y puestos a poner imágenes de este tipo, ved las dos siguientes. Lo más curioso de estas fotos es que (si ignoráis los rizos) parece que le han sacado a la misma niña dos fotos: una por detrás, y otra por delante, al otro lado de la pantalla.




Penúltimo

Y voy a terminar el post de hoy con otro par de añadidos a grandes colecciones de imágenes que colgué en Historias previas.

Por una parte, la colección de caritas en el bosque, que había colgado en esta Historia (podéis ver abajo a tres de sus inquilinos, aunque en el post original hay más), tiene un precioso nuevo miembro (abajo, en grande)






Y por otra parte, en las parejitas en primer plano, que portagonizaron esta otra Historia (podéis ver unos pocos ejemplos en pequeñito), hay dos nuevas inquilinas (en grande). ¿Se parecen o no se parecen?






Y antes de terminar

La imagen que viene a continuación tampoco es exactamente innovadora. Pero ya está comprobado que no hay nada nuevo bajo el sol, así que no voy a estropear su aparición estelar poniendo a su lado una prima fea. Porque, sencillamente, de esta portada me gusta todo. La cara. La mirada. El pelo. Los labios. Las luces. Las sombras. Incluso esos ojos rosas (porque algo rosados sí que son, ¿verdad? ¿verdaaaaad? A ver si me acabo de volver daltónica) que tienen la Visión.




Pero no será con ella, sin embargo, con la que cierre el post. El post lo cerraré con una tenebrosa imagen de Damocles cuando era bebé y empezaba a apuntar maneras...