Autora: Anne Elisabeth Stengl
Editorial en inglés: Bethany House
Año en inglés: 2010
En español: sin noticias, que yo sepa
Estrellas sinceras:
Sobre el libro:
La princesa Una vive en Parumvir, es caprichosa como sólo su puesto lo permite y además acaba de cumplir la edad casadera (no sé cuántos años son esos: ¿16? ¿17?). Lejos de comportarse como una repipi remilgada, se deja guiar alegremente por sus hormonas y se pasa los días acosando a sus elegantes pretendientes. Con faldas espantosas (la pobre sabe perfectamente que no favorecen demasiado sus encantos), ojos de cordero degollado y baba cayéndole por la barbilla cada vez que alguno le dice algo bonito, las semanas van pasando, y también los chicos.
El Príncipe Viejo es un antiguo amigo de su padre que no merece la pena ni mencionar (que se lo digan a él, porque se toma la negativa muy a pecho y con muy mal genio). El Príncipe Trobador es un frívolo cantarín que se enamorará de Una durante una semana y la mantendrá enamorada durante quince días. El Príncipe Encantador es un golfo mangante y cobardica que le robará el corazón a Una y la dejará hecha unos zorros en su castillo. Y el Príncipe Feo es un ser mágico que será groseramente rechazado una y otra vez, pero seguirá fielmente enamorado de Una por simple fuerza de voluntad.
Después de una temporada sentimental de lo más movidita, la pobre de Una ha recibido tropecientas peticiones de matrimonio, un par de canciones cursilonas y ni un triste beso en los morros con el que consolarse del calentón frustrado. Ni siquiera el Príncipe Encantador, que la había dejado encandilada con su sonrisa de gamberro y su triste historia de un reino perdido, quiso hacer los honores. Una quiere echarle las culpas a los vestidos diseñados por el sastre del Diablo y a los polvos de arroz aplicados en cantidades industriales, pero lo cierto es que su autoestima está en horas bajas. Así que cuando el Príncipe Encantador se marcha de repente, jurando amor eterno con sonrisa Profident pero con planes muy claros de largarse pitando para casarse con otra, Una cree que se ha terminado el mundo, que nadie va a quererla nunca, y que antes monja que casarse con el pesado, aburrido y soso (¡y feo!) Príncipe Feo.
Así que, triste y descorazonada, es la víctima perfecta para el devorador de corazones más terrorífico de todos: el Dragón. Bicho de aliento apestoso, mal carácter donde los haya, una incapacidad absoluta de cocinar las cosas en su punto y una piel que no sabe lo que es la Nivea, al Dragón le gusta estafarle sus almas a la gente. Y lo peor es que tampoco él quiere casarse con Una (porque a estas alturas, Una haría casi cualquier cosa por un beso Disney: incluso ponerle morritos a un Dragón con aliento mortífero, si hace falta).
Y entonces el Dragón secuestra a Una, que por culpa de la depre y de los gases fétidos no está en condiciones de oponer mucha resistencia.
En un país lejano, sola, vestida con harapos, con un cantamañanas por ex-novio y rodeada de llamaradas por todas partes, ¿podrá Una sacudir las faldas con energía y escaparse de su captor? ¿Se le pasará el calentón ahora que está jugando con fuego? ¿Estará algún pretendiente (cualquiera, incluso el Príncipe Feo) dispuesto a quemarse las calzas de seda para ayudarla?
Y lo que yo pienso de él.
A decir verdad, le falta sentido del humor. Es triste cuando conviene que sea triste, y otras veces es agobiante. Incluso si estuviérais metidos en una sauna seca no pasaríais más calores que cuando Una está atrapada en las garras del Dragón, tragando humo y escondiéndose en los pasillos ennegrecidos del palacio. Pero, incluso así, eché de menos más sentido del humor, más ligereza, y una historia de amor más firme. Porque aunque Una acaba de descubrir a los chicos y corre de flor en flor, soltando risitas y ligoteando, y no se preste demasiado a los afectos muy firmes de ningún cazafortunas espabilado, tampoco le veo yo sentido a que el Príncipe Feo se enamore de ella simplemente porque sí. Es decir, que él se enamoró de ella (y lo cito aproximadamente, que esto es algo que sale muy temprano y no es spoiler ninguno) "porque decidió enamorarse de ella, incluso antes de conocerla, así que está enamorado de ella y siempre lo estará y punto, ¿quieres casarte conmigo?". Eing. ¿Eing?
La primera parte (Una y sus pretendientes) no tiene nada especialmente misterioso ni profundo ni llamativo, pero es en la segunda parte (Una y el Dragón) donde aparecen los misterios, las angustias, la originalidad y todas las cosas más buenas que en realidad tiene el libro (incluso el primer piquito de Una, pobre chiquilla, qué malos ratos pasó, bien se merecía un premio). Es decir, que si os gusta la fantasía y os gusta la portada y queréis una historia pequeñita de amor que no sea como Titanic, no habría ningún problema para que os deje satisfechos. Incluso aunque no alcance a robaros el corazón, os gustarán los dragones.
10 comentarios:
Pues a pesar de esas 4 estrellitas, no me llama mucho...
A mí si me llaman, estas historias de princesillas y dragones me hacen pasar el rato, pero pensé que habría más humor, TSK.
Qué lástima, me hubiera venido genial para desconectar de tanto vampiro y licántropo, pero si le falta sentido del humor, no es lo que busco.
¿No te parece que le has dado una estrella de más?. Me gusta tu blog. Saludos.
Pues yo me lo pienso leer de todas todas. Me da igual (eso lo digo ahora, en el calor del momento, con mi pedido a booky de unos cuantos libros y con el mundo encantado de Ela en la mano) que no tenga sentido del humor, pero seguro que el dragón es el príncipe feo, ¿a qué sí? Y esto es una suposición pura y dura, porque lo tengo, pero no me ha dado tiempo ni a abrirlo, pero tiene toda la pinta de ser de ese tipo de libros.
Besos.
pd: el libro no tendrá sentido del humor, pero hija, el tuyo también se ha esfumado por completo, la reseña parece que te muestra triste y depresiva ¬¬. Como si la hubieses hecho por quitártela de encima...
barns¡¡la portada es una pasada¡¡¡y lo de los calentones¡¡cuando se la pasan^^jaja lo dejo estar¡¡pero me gusta eso de que haya dragones y tenga todo una segunda parte¡con el^^
besos
Como lo has contado suena como una parodia mala de Shrek xD. Peor que te dijo, me has hecho picar el gusanillo de la curiosidad :D
BEsos!
Me llama la atencion, tal vez me lo cheque, porque me gustan ese tipo de historias donde hay dragones XD
Me gusta la portada pero no sé si la historia me guste... el que haya un dragón me llama un montón pero a la princesa no la veo con buenos ojos...
y por eso sigo fielmente tu blog!
por que me has salvado de caer en la "A.S.H.L" con este libro!
y de inmediato lo tacho de mi lista.
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