Lugares del mundo donde preferiría estar ahora mismo #3

En mi cama, y ya sabe ella que yo la quiero mucho. Así de sencillo, y así de difícil, porque no me apetece dormir la siesta.


El caso es que, increíblemente, iba a escribir hoy otra entrada de verdad (cuatro entradas en cuatro días seguro que es un récord personal mío, no quería estropearlo), pero luego empecé a autocompadecerme, pensando que ayer me acosté muy tarde (qué estaría yo leyendo...), que hoy me levanté muy temprano, que estuve toda la mañana en un examen, que tenía sueño, que me daba pereza ponerme a pensar...

Pero como sigo monotemática (suele pasarme cuando salen a la venta libros interesantes), tenía que contaros que leí esta entrada en este blog (inglish pitinglish), y es la mar de interesante. Viene a ser un resumen de lo que dijo Richelle Mead en su presentación de Nueva York, a la que ni vosotros ni yo pudimos asistir ni asistiremos jamás, no sólo porque está muy lejos sino porque ya pasó. Nada spoileante ni revelador, pero sí curioso, sobre sus hábitos de escritura. Además, podéis participar en un sorteo por una copia de Last Sacrifice firmada, al que por lo menos yo no me voy a apuntar porque:

a) con la cantidad de gente que va a participar, tendré tantas probabilidades de ganar como de que me toque la lotería. Y por ahora nunca me ha tocado la lotería.
b) hay que sumar puntos, y ahora no me apetece ponerme a sumar puntos, porque me da pereza. Y además, primero necesitaría contar con los dedos y luego repetir las sumas.

Ahora me limito a hacer maquinaciones sobre el spin off: quién creo que va a aparecer en Bloodlines, quién quiero que aparezca en Bloodlines, que el 23 de agosto tengo que conseguir Bloodlines, y que no me puedo creer que Georgina Kincaid de verdad me vaya a dejar dieciocho meses ENTEROS sin saber el final (no es justo que salgan tres libros de VA en el medio, y yo me quede sin saber qué pasa con Georgie...).

Humpf.