lunes, 20 de septiembre de 2010

La canción del silencio (Leara Martell) - Reseña

Título: La canción del silencio

Autora: Leara Martell

Editorial: Aladena

Año: mayo 2010

Sinopsis:

¿Qué estarías dispuesta a hacer si un día te despertaras en una celda y descubrieras que eres la principal sospechosa del asesinato de tu marido?

La vida de Aída Lizaro era perfecta. Un amante esposo, una casa bonita, dinero y el estatus social necesario para ser alguien en la vida. Lo tenía todo a su alcance hasta que un día despierta desmemoriada encerrada tras una pared de barrotes y con la única certeza de que ella no lo hizo, por mucho que las pruebas se empeñen en insinuar lo contrario.
Una prostituta, un enfermero y un niño serán los encargados de derribar y reconstruir la falsedad del matrimonio Delveccio. Tres testigos de una vida llena de abusos y mentiras, apariencias y dolor. Tres testimonios que se encargarán de abrir los ojos a la vergüenza y a la desesperación.

¿Qué harías para conservar tu propia vida y la de los seres que más amas si el resto del mundo te diera la espalda?
¿Cuántos golpes se pueden soportar sin gritar?

Su silencio era el arma favorita de Carlo Delveccio y eso le dio alas a Aída para volar. Amor, pasión, debilidad, sangre y una bonita canción de fondo hablando de muerte y liberación. Meses atrás, cuando la música no paraba de sonar.


El cuerpo del delito:



Hay una primera vez para todo:

Y en este caso, es la primera vez que reseño un libro decididamente no juvenil, y aunque seguirá siendo la excepción y no la regla, hoy voy a tener que sudar balas para intentar convenceros de mi modesta opinión. Y mi opinión, como viene siendo la costumbre cuando doy 4 estrellas, consiste en que, si os gusta el género, no deberíais dejarlo pasar.

Primero y ante todo, este es un libro acerca de la violencia de género. Violencia sexista, violencia doméstica, llámale X. No se muerde la lengua, no se autocensura, y sí, muchas veces te revuelve el estómago y te hace rechinar los dientes. Pero si hubiera sido de cualquier otro modo, no habría sido una novela, sino un cuento de hadas. De cualquier forma, tampoco se hace excesivamente intenso. Es decir, no encontraréis aquí la aburridísima costumbre de algunos autores de llenar sus dramones de epifanías tipo "cada vez que abro un paquete de galletas entiendo la filosofía de la vida, y un estanque de peces es una metáfora de la sociedad, pero no hay mejor que ver la calva del vecino para entender qué significa la palabra destino". Yo personalmente ooooooooooooodio esos libros (no es ningún secreto). Y este no es así.

Y segundo, sí, es un drama, pero no, no es principalmente un drama. Ante todo es una novela de misterio: la historia de un asesinato y la investigación que debe resolverlo. ¿Quién asesinó al maltratador? ¿La esposa maltratada? ¿La amante? ¿El hombre que se enamoró de la víctima? ¿O incluso el hijo que quiere defender a su madre?

Tal vez las primeras hojas os cueste aclararos bien dentro de la historia, pero una vez estéis dentro, si os gustan las historias de misterio, esta es para vosotros, y acabaréis sus escasas 150 páginas antes de que os hayáis dado cuenta. Y el final... oh, sí, el final... el final os obligará a releerlo todo otra vez.

De hecho, si yo le resté esa única estrella es porque llevo media vida educándome semanalmente en la escuela del CSI y todos sus parientes policíacos: cada vez que leo/veo algo de misterio, sé quién es el asesino bastante antes de que pasen media hora/medio libro... Y esto, en fin, es un inconveniente. Y aunque ya no veo CSI (pero aún sigo a muchas de sus primas) y no leo tantas novelas de policíacas como en el pasado, me encantó esta novela, y especialmente (lo que me hizo amarla incondicionalmente) ese último giro que le da totalmente la vuelta a esta ópera prima de Leara.

sábado, 18 de septiembre de 2010

El castillo ambulante (El castillo ambulante #1) - Diana Wynne-Jones - Reseña y primer capítulo

Título: El castillo ambulante

Título original: Howl's moving castle

Autora: Diana Wynne-Jones

Año: 1983

Editorial en español: Berenice

Sinopsis:

Al huir de Ingary bajo los efectos de un terrible maleficio, Sophie Hatter encuentra el castillo del mago Howl. El mago es temido en toda la región y hace que su castillo se traslade de un sitio a otro. De forma inesperada, el mago y Sophie colaborarán, cambiando el destino de muchas personas.


Opinión con estrellas:



Trailer de la película:




Opinión sin estrellas:

Había críticas muy buenas de este libro por todas partes, pero lo cierto es que, cuando lo veía, yo sólo podía pensar en una cosa: "ese es el libro con el que sacaron un anime, y eso son dibujos japoneses y a mí no me gustan los dibujos japoneses así que tampoco me va a gustar el libro". (Lo sé: mi lógica es aplastante.)

Pero lo cierto es que el hecho de si un libro tiene película hoy en día ya sólo significa una cosa (siendo muy brutos, pero sabéis que es así): que un guionista se dio cuenta de que dicho libro contenía una idea mucho mejor que cualquier otra que se le pudiera ocurrir a él, y que aunque no se fuera a llevar el mérito, por lo menos ganaría para comer. Y a no ser que dicho adaptador fuera Stanley Kubrick y la película su magistral versión de El Resplandor (que tanto odió siempre Stephen King), pues las películas no se deben ni comparar con sus libros. Y ese fue mi error en este caso (más que nada porque ni siquiera había visto la película hasta terminar esta novela).

Y como sin Ifigenia no lo tendría en mis manos ahora y no lo habría leído, antes de empezar debo darle las gracias.


¿De qué trata?

En un mundo paralelo donde la magia y las maldiciones son asuntos del día a día, Sophie vive con su madrastra buena y sus dos hermanas pequeñas. Sophie es el prototipo de la chica que "es muy buena gente, pero mira, oye, parece un poco paradita". Si le pides que salte, salta. Si le pides que trabaje de sol a sol mientras tú te vas por ahí de fiesta, ella trabaja de sol a sol sin protestar. Y si le sueltas una maldición, igual que hace la Bruja del Páramo, y la dejas convertida de la noche a la mañana en una vieja ochentona, ella se pone el chal sobre sus ropas de vieja y se va de casa sin rechistar, para que nadie tenga que verle las arrugas y ponerse triste.

Lo cierto es que la repentinamente envejecida Sophie se toma las cosas con mucha filosofía: no protesta, no se enfada, no intenta deshacerse de la maldición, y aún por encima se mete a trabajar de criada en el castillo ambulante del Horrible Howl: el aterrador mago que se come los corazones de las chicas guapas, se embadurna de potingues y maquillajes todas las mañanas, y nunca en su vida oyó la palabra "fregona". Y es allí, rodeada de polvo y porquería (¡no por mucho tiempo! ¡fuera suciedad!); viviendo con un mago medio majareta, su aprendiz inocentón y un demonio de fuego con mal carácter; en perpetua huida de la malencarada Bruja del Páramo y en persecución continua de las enamoradas de Howl, donde Sophie, con su cuerpo de vieja, empieza a ser joven. (Creo que si hubiera intentado voluntariamente acabar la frase de forma tan cursi no habría sido capaz.)


¿Por qué yo definitivamente sí, y por qué vosotros quizás también?

Porque es más corto de lo que pensé que sería, porque en una tarde soleada al sol lo había acabado, porque me reí, porque sonreí, porque me alegré y me exasperé con Sophie y me enamoré de Howl, porque es uno de esos libros que recordaréis con cariño, porque estoy escribiendo esta reseña tardísimo y no estoy nada inspirada, porque los libros que menos me inspiran en las reseñas suelen ser siempre los mejores. Porque es tremendamente imaginativo. Y porque es muy bueno, sencillamente, y sería una pena dejar que un puñado de prejuicios tontos (bueno, no sé si los vuestros serán tan tontos como lo eran los míos) os arruinaran una estupenda lectura, deberíais leerlo si todavía creéis en los cuentos de hadas.

Y porque (volviendo al anime), a pesar de que la película por sí sola es muy buena (lo dice alguien sin aguante para los dibujos estos), sencillamente no le hace justicia a la novela.



viernes, 17 de septiembre de 2010

IMM #23: Si Mahoma no va a la montaña...

Por fin. Simplemente POR FIN. He aquí la tragicomedia de la travesía de mi(s) copia(s) de Mockingjay (oh, sí, las "S" tienen su razón de ser), escrita en una única, larga y torturada entrega. Si lo que queréis simplemente es ver los libros del IMM, deslizaos sin rencores hasta el final del post. Pero el desahogo no me lo quita nadie:





Mockingjay: una historia de viajes, engaños y peligrosos explosivos


Día D - 90:
En plena fiebre de "hace demasiados meses de la última vez y necesito El Libro ya", encargo Mockingjay en Amazon. ¿Por qué? Me aseguran que la entrega será rapididísima, y llevo una temporada sospechando que mi cartera me secuestra los paquetes del bookdepository. Sea, pues.


Día D:
El Libro acaba de publicarse hace 1, 2, 3, 10, 20 horas, pero yo no tengo acceso a internet, no puedo leerlo, no puedo saber si Amazon ya lo ha puesto en camino, estoy incomunicada. Cruzo los dedos.


Día D + 2:
No pude resistirme, tengo el ebook en las manos, me gustaría poder acabar de leer El Libro en papel, pero asumo que no será posible. Recibo un email crucial: el paquete sale en este mismo momento de Amazon. Tiempo aproximado de entrega: dos días.


Día D + 4:
Termino de leer El Libro y acto seguido cuelgo su reseña en el blog. Todavía no recibí el paquete, pero no me hago ilusiones y sé que es demasiado pronto. Asumo que lo recibiré en breve, listo para una relectura en fresco.


Día D + 6:
Un cierto trabajador anónimo de una cierta empresa de transportes se encuentra con una casa vacía y me deja un acuse de recibo en el buzón. La empresa se llama (oh, sí, después de semejante tomadura de pelo por supuesto que voy a dar nombres) Transportes Auto-Radio, y parece que trabajan en colaboración con otra que responde a las misteriosas siglas TNT.


Día D + 9:
Sale a la venta El Libro en español. Empiezo a admirarlo en las librerías, sabiendo que todo lo que yo podré ver de mi copia durante unos cuantos días será un misterioso acuse de recibo. Empiezo a quejarme, porque todo el mundo comienza a tener el libro en sus manos... excepto yo.


Día D + 13:
Vuelvo casi definitivamente a casa de mis vacaciones, así que me pongo las zapatillas, deshago la maleta, cojo el papelito del recibo y llamo a esa empresa del TNT o lo que sea. Oh, sí, no hay ningún problema, perfecto, mañana mismo me lo traen, faltaba más, ¿a qué hora me viene mejor? Adiós, adiós, buenas tardes.


Día D + 14:
Nada.


Día D + 15:
Nada.


Día D + 16:
Sigo sin verle la cara a ningún mensajero de la TriNitroTolueno esa, y me mosqueo. Pero estoy ocupada, tengo que volver a marcharme durante unos días, y decido esperar para volver a llamar la semana que viene sin falta. A estas alturas la desesperación por no tener El Libro comienza a alcanzar niveles catastróficos.


Día D + 19:
Ya es domingo otra vez, pero ni una mosca se ha dignado acercarse al buzón en mi ausencia, ni tan siquiera para dejar una miserable cagarruta como recuerdo. A los de la TNT o lo que sea no se les ha visto el pelo en todo el vecindario. Empiezo a albergar vengativas sospechas de lo que pueden significar en realidad esas siglas. Trampas, Narcotráfico y Timos es una de las opciones más benévolas. Se me despiertan los instintos asesinos. Tengo sed de sangre.


Día D + 20:
Vuelvo a llamar. Se repite la misma historia del otro día. Oh, sí, no hay ningún problema, perfecto, mañana mismo me lo traen, faltaba más, ¿que ya había llamado otra vez? No tiene constancia, pero puede ser. ¿Está retenido el paquete? ¿No? Mañana entonces, vale, vale, adiós, buenos días. Empiezo a ser borde, pero definitivamente no lo suficiente. Ni de lejos.


Día D + 21:
Nada. N-A-D-A. Me salen chispas por las orejas, los ojos y la nariz, y estoy segura de que como abra la boca escupiré llamas. Pero no. Resulta que soy asquerosamente educada. Parezco un compendio de buenas maneras, melosidad y burrismo. Vamos, que soy tonta. Es decir, que llamo otra vez, me quejo, no me quejo lo suficiente, monto un pollo liliputiense, pero sí, sí, mañana mismo tengo el paquete en la puerta. Ya. Claro. Y qué más. Cuelgo.


Día D + 22:
Me paso todo el día pendiente de la puerta.

Suena el telefonillo: mi hermano.
Suena el telefonillo: mi hermano.
Suena el telefonillo: el cartero (sin cartas, pero aún así, no es ningún mensajero).
Suena el telefonillo: me pregunto sin demasiado interés cómo es que mi hermano vuelve a casa tantas veces cuando nunca lo oigo salir.

Llega la noche, y estoy furiosa. No llamo más. Estoy convencida de que a mi paquete simplemente se lo ha tragado la tierra, y por qué será que siempre me pasan a mí estas cosas, por qué si lo que quieren es dinero no me piden un rescate de una vez por todas, QUÉ HA SIDO DE MI LIBRO, ¿cónseguiré tocar mi Mockingjay alguna vez? ¿Me estará echando de menos? ¿Llorará por las noches? Le escribo un acalorado email de protesta a Amazon, porque menudas compañías de transportes que contratan, es el colmo, menuda estafa, me han robado los euros, ya se vio lo de rapidísimo, etcétera.


Día D + 23:
Busco en San Google la dirección de la Empresa de Transportes Auto-Radio Maldita, y encuentro a un chófer dispuesto a llevarme a la calle Quinto Pino. Llego a la nave industrial enarbolando el dichoso acuse de recibo como si fuera una bandera pirata y ellos un navío mercante. A estas alturas ha pasado tanto tiempo que creo que se le están empezando a emborronar las letras.

Empiezan a buscar el paquete. El paquete NO aparece.

El paquete sigue sin aparecer.

El paquete sigue sin aparecer.

Pasa media hora.
TNT: ¿A lo mejor lo hemos devuelto ya?
Yo: ¿¿¿¿!!!!!!!!!

TNT: Debe de habérsenos roto.
Yo: ¿¿¿Y te ibas a quedar sin decírmelo, pedazo de...??!!!!

TNT: Aquí parece que no está.
Yo: Fgshgsggshgahsghagshsgh ya sabía yo que me había quedado sin paquete y que nadie me iba a decir nada y que estaban esperando a que me olvidara de él y que ni compensación ni gaitas ni naranjas de la China y fghgshgsfggshgsghs

Y entonces...

... de repente...

Mi paquete.

Magullado, sucio (rayando en asqueroso, en realidad) y con el cartón todo arrugado por los bordes. Pero ahí está. Con mi nombre escrito por todas partes. Con Mi Libro dentro.



Llego a casa hecha unas pascuas, lo abro, me deleito contemplando el libro. Firmo los papeles de la adopción y le saco unas fotos de bienvenida. Pero no lo leo. No todavía.

Abro mi correo electrónico. Mensaje de Amazon: no sólo me devuelven el dinero del transporte (que ha demostrado ser taaaaan eficaz) de mi paquete, sino que ya me han enviado un segundo libro para sustituir al que no he recibido. Lo sienten mucho, no saben cómo ha podido suceder, bla, bla, bla.

Resultado del enfrentamiento:
Amazon: 1.
TNT/Auto-Radio: cero patatero.

Suspiro. Me marcho a tomar el aire.


Día D + 24:
Mockingjay todavía sigue en mi estantería, sano y salvo. No ha desaparecido durante la noche. Es real. En papel y cartón. Con tinta en todas sus hojas (o eso espero...). No me acostumbro a verlo en su nuevo hogar, rompiendo la meticulosamente ordenada escala cromática.



Y entonces empiezo a escribir este IMM, porque prometí escribirlo en cuanto tuviera Mi Libro, y ahora ya lo tengo. Así que ya "sólo" me queda prepararme para lo que está por venir:

¿Volverá la TNT/Auto-Radio a ser custodia del Segundo Paquete?

¿Qué le depara el destino al contenido del Segundo Paquete?

¿Llegaré a tener en mis manos el Segundo Paquete, en caso de que la TNT sea una vez más su custodia?

Todo esto y mucho más, muy probablemente, en algún IMM de vete a saber tú cuándo.


Continuará...



(He aquí la feliz familia reunida: mamá, papá, el bebé, y el hijo adolescente con un piercing en la oreja.)


Y ahora, dado que ya he escrito un post kilométrico y no os merecéis que os torture más, resumo rapidito el resto del contenido del IMM:



  • Forget you: novela rollera de Jennifer Echols. Si queréis leer algo de esta mujer, leed Going Too Far y escapad del resto.
  • El castillo ambulante, de Diana Wynne-Jones: generoso regalo de Ifigenia por la simple y pura razón de que nunca le hacía ni puñetero caso cuando me mandaba que lo leyera. Y sí, lo cierto es que el libro merecía la pena.
  • La mansión de los abismos: llegado vía bookmooch, sólo había leído una vez un libro de Joan Manuel Gisbert y me había gustado, así que quiero volver a intentarlo.
  • Aces Up: otra novela rollera, pero esta vez de Lauren Barnholdt. Si queréis leer algo decente de esta mujer, cogeos Two-way street, porque los demás libros son calcos cutres de ese.
  • Infinite Days, de Rebecca Maizel: la portada es muy bonita. Va de vampiros. Estoy cruzando los dedos. Lo compré. Ahora tiene que gustarme.
  • El Libro.
  • El clan de la loba, de Maite Carranza: me enamoré hace poco de esta mujer, así que era natural que volviera a intentarlo con ella.
  • Return to Paradise, de Simone Elkeles: aunque no os suene este título, tal vez sí os suene Química Perfecta. Aunque ninguna de las novelas de esta autora es (en mi opinión) tan buena como aquella, siguen siendo bonitas y muy fáciles de leer.

1500 palabras y 200 quejas después, sólo me queda cerrar el post. Y con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho (con la reseña de uno de los libros de hoy, por cierto).