Por fin. Simplemente POR FIN. He aquí la tragicomedia de la travesía de mi(s) copia(s) de
Mockingjay (oh, sí, las "S" tienen su razón de ser), escrita en una única, larga y torturada entrega.
Si lo que queréis simplemente es ver los libros del IMM, deslizaos sin rencores hasta el final del post. Pero el desahogo no me lo quita nadie:
Mockingjay: una historia de viajes, engaños y peligrosos explosivos
Día D - 90:En plena fiebre de
"hace demasiados meses de la última vez y necesito El Libro ya", encargo
Mockingjay en
Amazon. ¿Por qué? Me aseguran que la entrega será rapididísima, y llevo una temporada sospechando que
mi cartera me secuestra los paquetes del
bookdepository. Sea, pues.
Día D:El Libro acaba de publicarse hace 1, 2, 3, 10, 20 horas, pero yo no tengo acceso a internet, no puedo leerlo, no puedo saber si
Amazon ya lo ha puesto en camino, estoy incomunicada. Cruzo los dedos.
Día D + 2:No pude resistirme, tengo el ebook en las manos, me gustaría poder acabar de leer
El Libro en papel, pero asumo que no será posible. Recibo un email crucial: el paquete sale en este mismo momento de
Amazon.
Tiempo aproximado de entrega: dos días.Día D + 4:Termino de leer
El Libro y acto seguido cuelgo
su reseña en el blog. Todavía no recibí el paquete, pero no me hago ilusiones y sé que es demasiado pronto.
Asumo que lo recibiré en breve, listo para una relectura en fresco.Día D + 6:Un cierto trabajador anónimo de una cierta empresa de transportes se encuentra con una casa vacía y me deja
un acuse de recibo en el buzón. La empresa se llama (oh, sí, después de semejante tomadura de pelo por supuesto que voy a dar nombres)
Transportes Auto-Radio, y parece que trabajan en colaboración con otra que responde a las misteriosas siglas
TNT.
Día D + 9:
Sale a la venta
El Libro en español. Empiezo a admirarlo en las librerías, sabiendo que todo lo que yo podré ver de mi copia durante unos cuantos días será un misterioso acuse de recibo.
Empiezo a quejarme, porque todo el mundo comienza a tener el libro en sus manos... excepto yo.
Día D + 13:Vuelvo casi definitivamente a casa de mis vacaciones, así que me pongo las zapatillas, deshago la maleta, cojo el papelito del recibo y llamo a esa empresa del TNT o lo que sea. Oh, sí, no hay ningún problema, perfecto, mañana mismo me lo traen, faltaba más, ¿a qué hora me viene mejor? Adiós, adiós, buenas tardes.
Día D + 14:Nada.
Día D + 15:Nada.
Día D + 16:Sigo sin verle la cara a ningún mensajero de la TriNitroTolueno esa, y me mosqueo. Pero estoy ocupada, tengo que volver a marcharme durante unos días, y decido esperar para volver a llamar la semana que viene sin falta. A estas alturas
la desesperación por no tener El Libro comienza a alcanzar niveles catastróficos.Día D + 19:Ya es domingo otra vez, pero ni una mosca se ha dignado acercarse al buzón en mi ausencia, ni tan siquiera para dejar una miserable cagarruta como recuerdo.
A los de la TNT o lo que sea no se les ha visto el pelo en todo el vecindario. Empiezo a albergar vengativas sospechas de lo que pueden significar en realidad esas siglas.
Trampas, Narcotráfico y Timos es una de las opciones más benévolas. Se me despiertan los instintos asesinos.
Tengo sed de sangre.Día D + 20:
Vuelvo a llamar. Se repite la misma historia del otro día. Oh, sí, no hay ningún problema, perfecto, mañana mismo me lo traen, faltaba más, ¿que ya había llamado otra vez? No tiene constancia, pero puede ser. ¿Está retenido el paquete? ¿No? Mañana entonces, vale, vale, adiós, buenos días.
Empiezo a ser borde, pero definitivamente no lo suficiente. Ni de lejos.
Día D + 21:Nada. N-A-D-A. Me salen chispas por las orejas, los ojos y la nariz, y estoy segura de que como abra la boca escupiré llamas. Pero no.
Resulta que soy asquerosamente educada. Parezco un compendio de buenas maneras, melosidad y burrismo. Vamos, que soy tonta. Es decir, que llamo otra vez, me quejo, no me quejo lo suficiente, monto un pollo liliputiense, pero sí, sí, mañana mismo tengo el paquete en la puerta. Ya. Claro. Y qué más. Cuelgo.
Día D + 22:Me paso todo el día pendiente de la puerta.
Suena el telefonillo: mi hermano.
Suena el telefonillo: mi hermano.
Suena el telefonillo: el cartero (sin cartas, pero aún así, no es ningún mensajero).
Suena el telefonillo: me pregunto sin demasiado interés cómo es que mi hermano vuelve a casa tantas veces cuando nunca lo oigo salir.

Llega la noche, y estoy furiosa. No llamo más. Estoy convencida de que
a mi paquete simplemente se lo ha tragado la tierra, y por qué será que siempre me pasan a mí estas cosas, por qué si lo que quieren es dinero no me piden un rescate de una vez por todas,
QUÉ HA SIDO DE MI LIBRO, ¿cónseguiré tocar mi
Mockingjay alguna vez? ¿Me estará echando de menos? ¿Llorará por las noches? Le escribo un acalorado email de protesta a
Amazon, porque menudas compañías de transportes que contratan, es el colmo, menuda estafa, me han robado los euros, ya se vio lo de rapidísimo, etcétera.
Día D + 23:Busco en San Google la dirección de la Empresa de Transportes
Auto-Radio Maldita, y
encuentro a un chófer dispuesto a llevarme a la calle Quinto Pino. Llego a la nave industrial enarbolando el dichoso acuse de recibo como si fuera una bandera pirata y ellos un navío mercante. A estas alturas ha pasado tanto tiempo que creo que se le están empezando a emborronar las letras.
Empiezan a buscar el paquete.
El paquete NO aparece.El paquete sigue sin aparecer.
El paquete sigue sin aparecer.
Pasa media hora.
TNT: ¿A lo mejor lo hemos devuelto ya?
Yo: ¿¿¿¿!!!!!!!!!
TNT: Debe de habérsenos roto.
Yo: ¿¿¿Y te ibas a quedar sin decírmelo, pedazo de...??!!!!
TNT: Aquí parece que no está.
Yo: Fgshgsggshgahsghagshsgh ya sabía yo que me había quedado sin paquete y que nadie me iba a decir nada y que estaban esperando a que me olvidara de él y que ni compensación ni gaitas ni naranjas de la China y fghgshgsfggshgsghs
Y entonces...
... de repente...
Mi paquete.
Magullado, sucio (rayando en asqueroso, en realidad) y con el cartón todo arrugado por los bordes. Pero ahí está. Con mi nombre escrito por todas partes. Con
Mi Libro dentro.
Llego a casa hecha unas pascuas, lo abro, me deleito contemplando el libro. Firmo los papeles de la adopción y le saco unas fotos de bienvenida. Pero no lo leo. No todavía.
Abro mi correo electrónico. Mensaje de
Amazon:
no sólo me devuelven el dinero del transporte (que ha demostrado ser taaaaan eficaz) de mi paquete, sino que ya
me han enviado un segundo libro para sustituir al que no he recibido. Lo sienten mucho, no saben cómo ha podido suceder, bla, bla, bla.
Resultado del enfrentamiento:
Amazon: 1.
TNT/Auto-Radio: cero patatero.
Suspiro. Me marcho a tomar el aire.
Día D + 24:Mockingjay todavía sigue en mi estantería, sano y salvo. No ha desaparecido durante la noche. Es real. En papel y cartón.
Con tinta en todas sus hojas (o eso espero...). No me acostumbro a verlo en su nuevo hogar, rompiendo la meticulosamente ordenada escala cromática.
Y entonces empiezo a escribir este IMM, porque prometí escribirlo en cuanto tuviera
Mi Libro, y ahora ya lo tengo. Así que ya "sólo" me queda prepararme para lo que está por venir:
¿Volverá la TNT/Auto-Radio a ser custodia del Segundo Paquete?
¿Qué le depara el destino al contenido del Segundo Paquete?
¿Llegaré a tener en mis manos el Segundo Paquete, en caso de que la TNT sea una vez más su custodia?
Todo esto y mucho más, muy probablemente, en algún IMM de vete a saber tú cuándo.
Continuará...
(He aquí la feliz familia reunida: mamá, papá, el bebé, y el hijo adolescente con un piercing en la oreja.)
Y ahora, dado que ya he escrito un post kilométrico y no os merecéis que os torture más,
resumo rapidito el resto del contenido del IMM:
- Forget you: novela rollera de Jennifer Echols. Si queréis leer algo de esta mujer, leed Going Too Far y escapad del resto.
- El castillo ambulante, de Diana Wynne-Jones: generoso regalo de Ifigenia por la simple y pura razón de que nunca le hacía ni puñetero caso cuando me mandaba que lo leyera. Y sí, lo cierto es que el libro merecía la pena.
- La mansión de los abismos: llegado vía bookmooch, sólo había leído una vez un libro de Joan Manuel Gisbert y me había gustado, así que quiero volver a intentarlo.
- Aces Up: otra novela rollera, pero esta vez de Lauren Barnholdt. Si queréis leer algo decente de esta mujer, cogeos Two-way street, porque los demás libros son calcos cutres de ese.
- Infinite Days, de Rebecca Maizel: la portada es muy bonita. Va de vampiros. Estoy cruzando los dedos. Lo compré. Ahora tiene que gustarme.
- El Libro.
- El clan de la loba, de Maite Carranza: me enamoré hace poco de esta mujer, así que era natural que volviera a intentarlo con ella.
- Return to Paradise, de Simone Elkeles: aunque no os suene este título, tal vez sí os suene Química Perfecta. Aunque ninguna de las novelas de esta autora es (en mi opinión) tan buena como aquella, siguen siendo bonitas y muy fáciles de leer.
1500 palabras y 200 quejas después, sólo me queda cerrar el post. Y con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho (con la reseña de uno de los libros de hoy, por cierto).