IMM #14: Parque Jurásico

Creo que si me paso un día más sin actualizar corro peligro de que mi blog se convierta en un hábitat apto para des-extinguir dinosaurios. Y aunque no lo parezca, le tengo demasiado cariño al blog como para dejar que le suceda algo así. No querría que un tiranosaurio se comiese mis entradas (vamos, lo que me faltaba: con todo el tiempo que he invertido en ellas).

Así que he sacado fuerzas de flaqueza, y me he metido a escribir un... IMM. Que es lo que hago cada vez que estoy de exámenes y me siento demasiado cansada como para pensar en cosas inteligentes que decir (o... leer mi correo... tengo mi bandeja de entrada muy llena... por favor, si me habéis mandado un mail... os suplico que tengáis paciencia...). Yo le echo las culpas a mi vida de estudiante y las dos estaciones que tiene el año: de julio a diciembre la Buena Vida y de enero a junio la Sin Vida.

En cualquier caso, dado que eso es demasiado deprimente para un post tan alegre como un IMM, os dejo con una foto de familia haciendo equilibrismo:

¿Quiénes son esta vez las víctimas de mi sadismo lector?

My love lies bleeding, de Alyxandra "Mira mi nombre raro" Harvey
Magic under glass, de Jaclyn "Más raro es el mío" Dolamore
El Enigma, de Alison "Yo molo porque soy australiana" Croggon
My ridiculous, romantic obsessions, de Becca "Os desafío a recordar mi apellido" Wilhite
Hourglass, de Claudia "Mi nombre es facilito" Gray
Embrujo, de Nina "Pues yo soy alemana" Blazon

Pues bien. En realidad, esto no es todo. Pero el libro que veis a continuación, como me lo había leído ya y no sirve para mucho más que para hacerle de sombrero a un oso panda (que se lo intentó comer, y casi se atraganta), no está disponible para hacerse fotos porque se ha ido a recorrer el mundo en Bookmooch. No sin antes haberse hecho una última foto de despedida. Con todos ustedes, A match made in high school, de Kristin Walker.

Como en estos momentos me siento generosa en palabras (generosa no es sinónimo de inspirada), he aquí una breve descripción de los libros que me he leído ya:

A match made in high school


Había leído reseñas que decían que era muy divertido, pero yo lo encontré aburrido, repetitivo, absurdo, rebuscado, y estaba de un humor de perros el día que me lo leí (cierto, cierto), pero no me reí ni una sola vez (bueno, a lo mejor una sí: la excepción que confirma la regla), la protagonista me cayó como una patada en el culo, los chistes me parecieron de parvulario, y me faltó tiempo para ofrecerlo en el Bookmooch al primer postor.


My love lies bleeding


La cosa va de vampiros: una princesa colmilluda y su amiga humana con mala leche, los novios en potencia de ambas, y las peleas que hay en medio. Si Vampire Academy es un café negro de Colombia, esto es un café con leche marca Carrefour. No está mal. Es corto, entretenido, y divertido, y tal vez sea más bien olvidable, pero ni se da humos ni se hace pesado.


My ridiculous, romantic obsessions


Por si acaso su título no os dice ya algo (fiaos de vuestro instinto, pequeños saltamontes), sí, es una comedia romántica. De esas que a mí me gustan y a algunos de vosotros también, aunque otros estarán totalmente en contra. Yo no. Es un libro muy corto, muy bonito, muy romántico, muy superficial y muy divertido que, esta vez sí, me gustó mucho y no tengo pensado deshacerme de él como si estuviera ardiendo.


Hourglass


Como de este libro tengo una reseña, no puedo decir nada que no haya dicho ya. En lo referente a su contenido. Por otra parte, en lo que respecta al continente... No sé si estáis familiarizados con la Danza de la ARC. Es la reacción habitual en una persona como yo cuando se entera de que ha conseguido una ídem. Para poder seguir manteniendo la calificación de apto para todos los públicos, no puedo ofreceros imágenes, pero sus pasos tienen nombres tan exóticos como "El tiovivo con alfombra", "El desmelene con cortina", o mi preferido, "El salto del elefante". Se trata de un baile muy agitado que además no permite un funcionamiento adecuado del cerebro (porque la mente se niega a procesar unos movimientos tan humillantes), así que cuando se abre el libro por primera vez, os preguntáis si ese garabato que aparece en la primera página es la nueva fuente que diseñó Harper Collins para el título. Pues no. Por lo que parece (como deduje diez minutos más tarde), eso es una firma. Quién me lo iba a decir. De verdad, juro que voy a ponerme a practicar para conseguir una letra tan perfectamente ilegible como la de las escritoras americanas. No puedo consentir que mi letra se entienda mejor que la suya.