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domingo, 16 de enero de 2011

Crescendo (Hush, hush #2) - Becca Fitzpatrick - Reseña

Título: Crescendo (Hush, hush #2)

Autora: Becca Fitzpatrick

Editorial en inglés: Simon & Schüster

Año en inglés: noviembre 2010

Editorial en español: Ediciones B

Año: enero/febrero 2011








Juzgando el libro grossomodo:


  • Lo peor del libro: Sus dos primeros tercios son lo mismo de siempre: chico y chica rompen, chico se va con otra, chica lo mira con cara de pena.
  • Lo mejor del libro: El ambiente oscuro de las escenas de misterio/terror.
  • Lo más obvio acerca del libro: Me gustó bastante menos que Hush, hush. Pero lo leí demasiado tiempo después que Hush, hush, así que creo que no puedo compararlos de forma muy fiable.
  • Lo más obvio acerca de mí: Llevo toda la semana haciendo esquemas y estudiando dichos esquemas de la mañana a la noche, así que creo que perdí temporalmente la capacidad de escribir párrafos normales.
  • Esfuerzos inútiles por redactar algo legible: (aunque parezcan spoilers, en realidad no lo son, sólo desvelo cosas de los dos primeros capítulos)

Érase una vez un ángel que se llamaba Patch y que no cumplía ni uno sólo de los requisitos que una pensaría que deben cumplir todos los angelitos del cielo. Ni era un querubín, ni se engominaba los tirabuzoncitos rubios, ni tenía alas de gallina, ni volaba desnudito por las praderas tocando la lira. En realidad, Patch se ganaba la vida apostando sus cuartos (y los ajenos) en algunos antros a los que ni siquiera las leyes antitabaco tenían permitido el paso. Además, lejos de tocarse la lira en los campos, Patch tenía una novia que se llamaba Nora, y juntos protagonizaron un libro entero que se llamaba Hush, hush y que vendió libros a mares por el boca a oreja y la vieja pero todavía efectiva técnica de la tableta de chocolate en una portada resultona.

En cualquier caso, mi última impresión al terminar Hush, hush fue que Patch y Nora estaban feliz y completamente enamorados. Llamadme tonta.

Así que me quedé un poco perpleja cuando (vuelvo a los esquemas):
  • Día uno: primer día de vacaciones. Patch y Nora son una feliz pareja de novios. Entonces Nora pronuncia dos palabras (empiezan por "te" y terminan por "quiero"), y Patch se larga pitando.
  • Día dos: Patch habla largo y tendido sobre lo terrible que es el hecho de que un ángel se enamore, y sobre que está en peligro su puesto de trabajo porque a los arcángeles no les gusta que sus chicos se enamoren. Lógicamente, Nora se queda indignada, le dice que tiene mucho morro y lo planta.
  • Día tres: Para asombro absoluto de Nora, no sólo Patch no está pidiéndole perdón de rodillas por haberle dicho barbaridades, sino que aparece colgado del brazo y del minivestido (y del tanga rojo, por lo visto) de la Archienemiga Histórica Por Los Siglos De Los Siglos de Nora. Nora recoge su dignidad del suelo hecha pedacitos, y se va.
  • Día cuatro: Patch y la Archienemiga siguen juntos. Nora llora.
  • Día cinco: Patch y Archi siguen juntos. Nora conoce a un Chico B.
  • Día seis: Patch y Archi siguen juntos. Nora planta al Chico B.
  • Día siete: Patch y Archi siguen juntos. Nora llora.
  • Etcétera.

Hasta ahí la primera mitad del libro, o, lo que es lo mismo, la parte "esto yo ya lo he leído cincuenta mil millones de veces antes no te pongas pesada Nora que eres tonta de verdad que no han pasado más hojas no me puedo creer que tengas tan poco amor propio por favor acábate ya esto es un rollo".

Y entonces, cuando ya había perdido la esperanza, cuando creía que no habría nada salvable, el libro resurgió de sus cenizas (cenizas mojadas y remojadas, por cierto), y empezaron los misterios, la intriga y las cosas más chulas en general: la investigación made in Nora del asesinato de su padre por fuerzas perversas, ocultas y, muy probablemente, más cercanas de lo que ella había creído nunca.

Ahora es cuando llegan las escenas de misterio, de nervios, de ese ambiente oscuro tan bueno que os mencioné al principio, de Nora cantándole las cuarenta a Patch, y de Patch descretinizándose (lo que no implica necesariamente una reconciliación) y volviendo a niveles de sex appeal aceptablemente hushushianos.

Y entonces el libro se acaba de repente y yo me quedó con un palmo de narices, pensando que con ese final habría querido tener el libro 3 a mano para descubrir qué es lo que pasa luego.

Por eso empecé el libro con el convencimiento de que a Hush, hush no le hacían falta secuelas, pero lo terminé pensando que, aunque habría sobrevivido perfectamente sin leer esta continuación (no como otras, supongo, no como otras), tampoco me ha hecho daño leerla.

Por lo tanto, si odiasteis el primero está claro que este no os va a gustar. Si sois de los míos y opináis que el primero está bien pero no alcanza los niveles de oscuro objeto de deseo, a lo mejor deberíais esperar a que un regalo generoso / un día de cartera llena / una biblioteca lo ponga en vuestras manos. Y por supuesto que, si sois fans declarados/as del primero, este os va a gustar tanto como el otro.


¿Hay algún extra de fin de reseña?

Todavía no he descubierto cuál es la diferencia real que hay entre un ángel como Patch y cualquier vampiro de los de ahora, porque todos andan bajo el sol, ninguno tiene alas ni colmillos y todos son muy pecaminosos. En cualquier caso, hay ángeles como Patch y luego hay ángeles tan C-U-T-R-E-S como los comosellamen de Halo.

Y luego hay ángeles más divertidos que son Harry Pótteres alados que hacen cruzadas a lo largo y ancho del mundo. Los dirige una chica llamada Maximum Ride que me tiene inscrita a su club de fans. Como no tengo capítulo de Crescendo en castellano a mano, ni tiempo alguno para traducirlo, y como mis entradas van a seguir llegando con cuentagotas, os voy a dejar el enlace a una reseña de Maximum Ride que yo querría haber escrito, pero que no escribí porque este no es mi blog (¿nunca habéis tenido esa sensación? ¿la sensación de "¡ojalá se me hubiera ocurrido eso a mí!"?). Es una reseña bipartita, y esta es la parte uno, y esta es la parte dos, y seguro que después de leerla querréis leer el libro. Y deberíais hacerlo.

sábado, 9 de octubre de 2010

The Angel Experiment (Maximum Ride #1) - James Patterson - Reseña

Título: The Angel Experiment (Maximum Ride #1)

Autor: James Patterson

Editorial en inglés: Warner

Año: 2001

En español: sin noticias

Sinopsis: Más abajo y personalizada, que no me apetece traducirla.

Lluvia de estrellas:





Trailer no oficial pero muy ilustrativo de lo que es la saga entera:




Antes de nada, James Patterson no es un Don Nadie:

Esa expresión suena muy mal, pero es la pura verdad. James Patterson es autor de un montón de novelas policíacas que se venden muy bien en España (no puedo hablar de Latinoamérica, porque no lo sé y no me apetece buscarlo), y es el padre del detective Alex Cross. Entre sus títulos están Bikini, El 4 de julio, o El 3º grado. Resumiendo: que tiene dinero, y mucho; que escribe mucho y debe de hacerlo bastante bien, y que tanto lo hace para jóvenes como para viejos.

Además, su cara tal vez os suene si sois seguidores de la serie Castle (ABC, Cuatro…), porque es uno de los escritores que hacen cameos en la serie, interpretándose a sí mismos y dándole consejos creativos (o no tanto) al protagonista.




Ready

Autor de bestsellers, viejo conocido en español, serie de éxito en EEUU... Este libro (estos libros, en realidad, porque van ya 7, y contando) lo tenía todo para venderse bastante bien en castellano, pero a nadie parece habérsele ocurrido la idea de traducirlo y dejarse ya de bobadas.

En cualquier caso, con la esperanza de que lo leáis en inglés, o incluso en castellano, en el caso improbable de que alguna editorial se acuerde de que existe...



Steady

Max tiene catorce años, es la mayor, tiene la mandonería bien implantada en el cerebro, y es alérgica a las duchas.

Fang es el segundo, exactamente dos meses más joven, el morenito emo encantador, y es todo un Gale Hawthorne en potencia, o tal vez será que Patch Cipriano le prestó sus alas.

Iggy, también catorceañero, es el siguiente, y aunque no ve un pimiento, vigilad bien vuestras espaldas cuando lo tengáis cerca: desde los petardos de feria al TNT y al C4, es un experto en explosivos, y le gusta practicar.

Luego tenemos a Nudge, con once añitos y muchas ganas de conocer a mamá y papá.

El cuarto es el Gasman, o Gazzy, que a sus ocho años forma un dúo cómico mortal con Iggy gracias a sus "flatulencias letales" y a sus "pedos mortíferos" (bueno, no son literalmente letales, pero es mejor no tenerlo justo delante, no sé si me entendéis).

Y por último, Angel, de ojos azul cielo, tirabuzones rubios y seis tiernos añitos, es la benjamina de la casa, el ojito derecho de todo el mundo, y absolutamente achuchable, aunque está haciendo carrera en secreto para convertirse en la próxima niña diabólica del siglo.

Y... oh, sí, me olvidaba.

Los cinco tienen alas (y vuelan).

(Por eso la primera portada que os colgué en el post no es nada afortunada.)

Y además, viven completamente solos a las órdenes de Max, en una casa en el bosque, e igual que Caperucita Roja, se pasan la vida huyendo del hombre-lobo feroz.

Y a pesar de todo, este libro no va de fantasía, de ángeles ni de licántropos.

Sus protagonistas son todos mutantes, los X-children, que fueron diseñados genéticamente en un lugar de pesadilla llamado el Colegio. Hace varios años escaparon de ahí, pero ahora el Colegio está empeñado en recuperar a sus críos alados y para ello los persigue con sus mejores creaciones/secuaces: los hombres lobo.

Así que cuando el Colegio captura a Angel, los otros cuatro vuelan sobre los EEUU de norte a sur y de este a oeste para recuperarla, destapando secretos sobre su pasado, sobre el Colegio mismo, y sobre el Instituto que lo dirige todo (¿y sobre la Universidad maligna que controla el mundo?).


Go

Quería leer esta saga desde hacía tiempo, y el bookmooch la trajo a mis brazos. De hecho, (atención, clientes del bookmooch), esta es una de esas sagas que siempre están disponibles para que las consigáis allí (¡¡AQUÍ!!) gratuitamente.

En cualquier caso, es divertido, es entretenido, engancha, hay muchos mamporros, hay vuelos rasantes, hay mutantes, hay traiciones, hay muertes, hay huerfanitos, hay momentos de ternura, hay blogs, hay tanto romance como en Percy Jackson (de hecho, puede que haya incluso un piquito poquito más) y por lo general es un libro tan bueno como cualquiera del mismísimo Percy. Por haber, incluso hay crítica a los laboratorios que maltratan a sus animales de experimentación.

Así que si no sabéis qué leer, si seguís hartos de los vampiros, o si acabáis de sufrir una gran decepción y queréis ir sobre seguro, deberíais intentarlo. Y luego, igual que me pasó a mí, os entrarán las ganas de seguir leyendo los libros dos, tres, cuatro, cinco, seis y etcétera. Y cuando eso pase, estaré disponible para que me deis las gracias o me echéis la culpa. Y pienso recibirlo con elegancia y sólo un toque de "te lo dije".








Además:

Para no perder la costumbre, estos libros también tienen novela gráfica. Y para no ser un fiasco tan grande como la ídem de Vampire Academy, esta novela gráfica es un manga.


viernes, 9 de abril de 2010

Oscuros (Oscuros #1) - Lauren Kate - Reseña y primer capítulo

Título: Oscuros (Oscuros #1)

Título original: Fallen

Autora: Lauren Kate

Editorial en inglés: Delacorte Press

Año en inglés: diciembre 2009

Editorial en español: Montena

Año en España: marzo 2010 (publicado ya en Chile, y próximamente en México)

Estrellas caídas:



Conclusión previa a la descarga:

Estaba tan convencida de que iba a ODIAR A MUERRRRRTE este libro, que lo peor que podía suceder es que me gustara. No me encantó. No lo encontré especialmente original. Pero tampoco me traumatizó. Básicamente, y a pesar de que la acción es nula, la historia me tuvo muy entretenida durante 350 páginas. Las últimas 60 páginas se me atragantaron, pero eso fue porque ya tenía en mis manos un par de libros que me moría por leer, y porque las últimas 60 páginas se corresponden con la Batalla Final. Creo que mi manía hacia las Batallas Finales es algo muy personal y muy particular, porque no se la perdoné ni a Harry Potter, así que no tiene que ser necesariamente culpa de este libro (excepción: ¡¡Shadow Kiss, por supuesto!!).

He leído críticas muy malas (Annie's Books), y también muy buenas (Libro_génica, Mec's Fairytales) de Oscuros. Un libro como este no es para todo el mundo. Si odiáis este tipo de libros (hummmm... ¿Eternidad?), manteneos al margen. Pero si estas historias os dicen algo y creéis que puede gustaros, entonces adelante, deberíais darle una oportunidad. (Soy una persona muy razonable. Con trabajo y esfuerzo a veces puedo aceptar que no todo el mundo comparta mis gustos. Pero sólo a veces.)




¿De qué va la cosa? Descarga (emocional):

La pobre, sensible y egocéntrica Luce tiene un pequeño problema: cada vez que le da un beso a un chico, este sufre combustión espontánea y se muere. Plof. No es que a Luce le importe que se muera gente a su alrededor, por supuesto, que la pobre no tiene la culpa de ser incapaz de despegar la nariz del ombligo, pero esto de las muertes perjudica su reputación. Además, está convencida de que la acechan unas "sombras malvadas que sólo ella puede ver" (*cof, cof*). Por eso es ella la única sorprendida cuando termina de cabeza en Espada & Cruz, que viene a ser un reformatorio, mayormente. Aunque (y esto es una opinión mía personal muy profesional) tal vez no sea ese el mejor lugar para una chica tan sensible como ella que ve "sombras malvadas que sólo ella puede ver" (*cof, cof*), porque allí todo es negro. El uniforme es negro, los edificios espantosos son negros, el cielo es negro, el cementerio del patio es negro, y la niebla espesa es... blanca (me acabo de cargar el efecto de la frase).

Y entonces, en medio de tanta negrura, aparece Daniel. Un rubiales digno de Calvin Klein que lleva una bufanda ROJA. Así que no sé a quién le extraña que Luce se enamore perdidamente de él en ese mismo instante, porque llego a ser yo la que está metida en ese mundo negro y estoy segura de que me pondría a perseguir la bufanda ROJA como una rata al flautista de Hamelín. Y no sé yo qué sería más patético, si verme a mí misma convertida en rata, o ver a Luce sin dignidad.


INCISO PRIMERO
Lucinda Price y el ataque de los Déjà Vus

¿Luce conoce a un chico? Déjà vu. ¿Salta a la comba? Déjà vu. ¿Duerme? Déjà vu onírico. ¿Está en mitad de una carrera? Déjà vu al ataque. ¿Se queda atrapada en un incendio? Déjà vu se ha dicho. (Y juro por Snoopy que todo eso es la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad.)

FIN DEL INCISO PRIMERO


Pero claro, Daniel no podía ser un chico normal que le hiciera un caso normal. Daniel es un soberano gilipollas cretino que se deleita en insultarla de las formas más creativas que se le ocurren (cada cual tiene los hobbies que puede, oye). Pero, como no podía ser de otra forma, eso a Luce le pone. Y mucho. Porque ella nunca podría sentir lo mismo por Cam, ese chico normal con el punto justo-pero-no-más de chico malo. Porque esto es un reformatorio, al fin y al cabo, y a los reformatorios no van ángeles. Ups. Pero Daniel sí que es un ángel, ¿no? ¿Qué hace un angelical ángel inmortal en un reformatorio? (Buena pregunta. No lo sé.)

Retomando el tema, la chica se enamora perdidamente del ceño de Daniel y de su sorna y de su dedo corazón. Y disculparéis mi sarcasmo, pero llegados a este punto era yo el blanco de los ataques sin cuartel de los Déjà Vus Asesinos, y mi umbral de tolerancia para este tipo de historias de amor/odio es cada vez más (y mas, y más, y mucho más) bajo.


INCISO SEGUNDO
Los machos de Lucinda Price

A) Luce no puede vivir sin un macho.
B) Cuanta más caña le meta dicho macho, más contenta se pone.
C) Luce, querida, tú lo que necesitas es buscarte, y rapidito, un Cromagnon que te arrastre de la melena con su bufanda ROJA.

FIN DEL INCISO SEGUNDO


Esta mujer me desquicia. En serio. No sólo es incapaz de vivir sin testosterona en su vida (mis disculpas a mis lectores masculinos: ya sabéis que os quiero mucho), sino que a mayores es una mayúscula Damisela en Apuros. La Bella Durmiente a su lado roncaría de envidia. La Cenicienta haría añicos su zapatito con un golpe de moño. Blancanieves le enviaría por correo urgente una sandía emponzoñada para deshacerse de la competencia.

Porque Luce conoce 23 formas distintas de ponerse en peligro de muerte, y 4 de ellas incluyen un espagueti cocido. Si le ofrecéis un vaso de agua, se ahogará. Si le prestáis un libro, se cortará un dedo con el papel y se desangrará. Y si le ayudáis a abrocharse el cinturón en el coche (NO, no es broma), se ahorcará.

Luce intentó abrocharse el cinturón una y otra vez sin conseguirlo, hasta que él le apartó la mano. Luce contuvo la respiración mientras sus dedos le rozaban el estómago.

―Tiene truco ―susurró, ajustando la hebilla a la base.

Está rodeada de guardaespaldas involuntarios (llamarlos amigos sería mucho decir, que ya sabéis que este tipo de Intensas Hijas del Drama nunca tiene amigos, sólo gente a la que de vez en cuando honran con su profunda presencia) que se ven obligados a salvarle el pellejo constantemente. Y cada vez que uno de ellos muere, antes de que el cadáver se enfríe, ya ha cogido ella a Daniel por banda para atacarlo in situ y meterle la lengua hasta la glotis. (¿Luto? ¿Quién ha dicho luto?)

―Haz algo ―musitó una angustiada Luce.

(No existe frase en todo el libro que defina mejor su carácter, y todo lo demás es palabrería, pero yo necesitaba desahogarme antes de copiarla aquí.)


INCISO TERCERO
Lucinda Price y la amenaza de las sombras
(también conocido como Lucinda Price y los Hijos de las Tinieblas)

No son vampiros. No son demonios. No son fantasmas. Ni siquiera son zombis. Los Enemigos Mortales de Luce son unas cosas negras pequeñitas que se arrastran por las paredes. Yo creo que debería acudir a Peter Pan en busca de ayuda sobre cómo someter a sombras díscolas, pero, en fin, dudo que fuera a escuchar mi consejo.

FIN DEL INCISO TERCERO


Y después de las primeras 350 páginas de tira y afloja entre Luce y Daniel (con Cam de florero, para hacer bulto con su monería desaprovechada), llega... tatachán, tatachán... la Batalla Final (léase con voz cavernosa), la venganza de las "sombras malvadas que sólo ella puede ver" (*cof, cof*), donde el culebrón de amor inmortal da pie a que ángeles y demonios se lancen a la cara chorros de luz justiciera y torbellinos de sombras perversas. Aunque no es que nosotros tengamos acceso a la Batalla Final de los Pokémon, noooooooooo. Al más puro estilo de Crepúsculo, Luce tiene un sexto sentido y rehúye la acción que es cosa fina (nunca olvidaré lo convencida que estaba de que había desaparecido un capítulo de mi copia de Crepúsculo, porque era imposible que nadie cerrara el telón tan a lo bruto, y eso fue cuando aún me gustaba el libro).

  • ¿Lo mejor? El ambiente negro del libro.
  • ¿Lo peor? Luce, Luce, Luce y todo lo relacionado con Luce.




Y si después de esta macro-tocho-reseña que a lo mejor leísteis entera y a lo mejor no aún os quedan ganas de más (¿¿??), haced clic aquí para ver el booktrailer.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Trilogía "Kissed by an angel", de Elizabeth Chandler - Reseña

Título: Kissed by an angel (#1); The power of love (#2); Soulmates (#3)

Autora: Elizabeth Chandler

Editorial: Simon Pulse

Año de publicación: 1994 (reedición en 2008)


Sinopsis:


Un amor más allá de la vida... un peligro más allá de toda duda.


Cuando murió su novio Tristan, Ivy pensó que lo había perdido todo, incluso su fe en los ángeles. Pero ahora ha descubierto que él es su ángel de la guarda -su presencia tan intensa que puede sentir el tacto de su mano, el latido de su corazón. Ahora Ivy necesita a Tristan más que nunca, porque él sabe que corre un terrible peligro. Sólo el ángel de la guarda de Ivy puede salvarla ahora que el asesino de él la persigue.

Pero si Tristan rescata a Ivy, su misión en la tierra se habrá terminado, y deberá abandonarla para siempre. ¿Significará salvar a Ivy perderla justo cuando había podido alcanzarla de nuevo?

Lluvia de estrellas:




Mi opinión:

Aunque estos tres libros vienen muy a cuento ahora que está tan en boga el tema de los ángeles (esto son ángeles buenos, nada de ángeles caídos), la realidad es que se empezaron a publicar hace quince años. Y hoy se reeditan (con una tipiquísima portada negra con flor incorporada) en un sólo tomo. Pero las portadas originales son estas tres que acompañan a esta reseña. Ay que ver, qué viejas y trasnochadas se ven unas portadas de los años 90. Y si las cosas de los 90 están tan pasadas de moda... ¿¿¿las cosas de los 80 qué somos, dinosaurios??? (Ojo a todos: yo me pido el pterodáctilo.)

La protagonista indiscutible es Ivy, por supuesto. Pero la única novedad es que cada libro está coprotagonizado por un chico distinto, y está bien claro desde el principio quién se llevará el gato al agua. Quien ríe el último ríe mejor...

  • Tristan. El muerto en todo este asunto. Alto, moreno y musculoso. Todas las chicas del instituto tenían las taquillas adornadas con su póster en bañador para el equipo de natación del insti. Claro que él sólo quiere a Ivy. Algo que quedará más que claro cuando se convierta en ángel cursilón... (Pobrecita Lacey. Luego os lo explico.)
  • Gregory. El hermanastro en plan Los Serrano. Tiene una novia de quita y pon que además es la mejor amiga de Ivy. Lo que no le impide andar detrás de Ivy... e Ivy hace bastante más que seguirle la corriente, eso está claro. Y a cada uno lo suyo: Ivy tiene una química mucho mejor con este que con ninguno de los otros dos. Oscuro, misterioso, seductor y un redomado cretino.
  • Will. El ex chico malo que ahora se convirtió en un niño bueno. O por lo menos dicen que antes era un chico malo, porque lo que es yo, nunca he visto esa faceta suya. Y claro, también él anda detrás de Ivy con ojitos de cordero degollado.

Lo mejor de la historia definitivamente NO son los protagonistas: ni Ivy la dramática diosa del Amor, ni el ángel Tristan cargadito de amor hacia su diosa. No, lo mejor de la historia son los secundarios. Más concretamente, Gregory y, sobre todo, Lacey. Lacey, el ángel gamberro y egocéntrico que antes era una estrella del cine para adolescentes. La única amiga de Tristan en toda su muerte. Y la chica que se enamora de él póstumamente (pobrecilla, el muy terco sólo tiene ojos para Ivy).

La intriga policial también tiene su encanto, no os creáis. Claro que no os dejéis engañar porque sea un libro gordo y de tapas negras: esto no es una novela de Stieg Larsson. Así que luego no me vengáis llorando cuando después de leer el libro todo el rollo de los asesinatos os haya parecido previsible. Quedáis advertidos.

En conjunto es un libro bonito. No es ninguna maravilla, hay un Factor Cursi que cobra potencia por momentos, y al final hay un personaje que queda totalmente descolgado y pidiendo a gritos un spin-off. Pero lo cierto es que a mí me dejó un regustillo agradable, y no me arrepiento de haberlo leído.