Hace siglos que no cuelgo una Historia. Tengo muchísimo material reunido, así que era un absoluto rollo ponerme a decidir cómo organizarlo. Al final me decidí por coger sólo una parte de las portadas que tenía, para no saturaros tanto de información y que así disfrutéis mejor de ellas (aunque ya sabéis que cuando yo digo pocas en realidad nunca son tan pocas como digo).
Pero lo que en realidad me motivó a colgar hoy la Historia (cuando tenía casi lista la reseña que llevo prometiendo toda la semana) es el paseo que me di hoy por El Corte Inglés adelante. Con el consiguiente voltio por la sección de librería, evidentemente. Con lo que por fin pude ver (y acariciar)
un precioso montoncito de En Llamas relucientes y regordetes (al lado de una solitaria copia de los Juegos),
un par de Cosechas de Samhein por las que babeé a distancia, y una edición de
Graceling en tonos rojos que no conocía.
Pero además de eso vi
La traición veneciana, de Steve Berry. Pensaréis que qué tiene de especial este libro para que me fije en él. Pues tiene de especial que me mosqueó nada más verlo. Pero enseguida fui capaz de identificar la razón de mi mosqueo. Ved aquí, ved,
el ataque de los clones:Hoy el tema va a tratar fundamentalmente de
parecidos razonables, porque son y serán siempre mis preferidos. Pero antes de empezar a buscarles parecidos a las portadas, os voy a enseñar un parecido especialmente razonable que hizo que me partiera de risa yo sola el día en que lo vi en
The First Novels Club. Con todos vosotros,
Ophelia, de Lisa M. Klein... y Michael Cera.Vale, listo. Ahora es cuando toca empezar con la
Cadena Interminable de Parecidos Razonables, y voy a ser tan parca en palabras como me lo permita mi lenguaje rimbombante (que no es mucho, lo sé, pero yo sigo intentándolo).
Primero, un parecido alucinante,
gracias a Ale. Con alas o sin alas, si ponéis una de las dos delante de un espejo, lo más probable es que en el reflejo se vea la otra.
He dedicado Historias y más Historias a los
clones portadiles de Crepúsculo, pero nunca me cansaré de traeros los que encuentre, siempre y cuando sean lo suficientemente espectaculares. Como este, por ejemplo, donde puedo deciros por fin que
estoy empezando a estar hasta el moño de manzanas rojas (como las de Blancanieves, y mirad dónde fue a acabar la pobre chica cuando se la comió).
No me parece una casualidad demasiado casual el hecho de que una de las portadas nuevas de
Drácula, el clásico vampírico por excelencia, sea un clon cutre de Eclipse, la nueva saga vampírica por excelencia (mi corazón se acaba de partir en dos al escribir las últimas palabras).
Si seguimos con vampiros, tendré que mencionar los mismos
chupetones mordiscos de siempre.
Trayendo de paso alguno nuevo que todavía no estaba pululando por mi colección desperdigada (eso de colocar una herida en forma de corazón es una idea un poco macabra).
Quién sabe, a lo mejor estos son los dientes que utilizaron para dejar semejantes marcas.
Y para que veais que
los cuellos no son los únicos afectados por los vampiros más glotones, os dejo aquí la prueba. Un aplauso para quien quiera que haya diseñado esta portada, porque por fin
ha evitado poner a la misma chica con tortícolis de siempre. Y como estamos todos aplaudiendo (yo incluida) y dije que hoy iba a ser escasa en imágenes, no voy a poner más portadas con batidos (con contenidos variopintos, como podéis observar).
Ya que estamos hablando de heridas, podemos hablar también de cortes. Pero en este caso no es la chica-con-cara-a-toda-portada la que está cortada, sino
la portada misma, a la que le echaron unos buenos tajazos. De
Willow me parece recordar que ya hablé alguna vez.
¿Quién se apunta a apartarle esos pelazos de la cara a la chica dulce?Sigo con las caras (de chicas, cómo no). En este caso con blancos y muchos negros, unos patrones floridos a la izquierda y un color azul verdoso demasiado característico. Ninguna de las dos ha sido publicada todavía, y ya han encontrado
hermanas gemelas.Más caras, por favor... En este caso, parcialmente cubiertas de una forma muy glamurosa por...
¿la misma máscara? ¡La misma quizás no, pero casi!
Y como hoy estoy sanguinaria, voy a seguir en ese plan, pero ahora
desde el otro lado de la portada. Una de estas dos también la saqué en limpio de mi paseo matutino por el Corte Inglés. Y ¿sabéis qué?
Anobii no es todopoderoso, porque allí todavía no aparece
El cazador de sombras, de Patrick Bard, más que en franchute.
Me paso ahora al romance. Me quiere... no me quiere... me quiere...
Si hay química perfecta, seguro que me quiere. Por lo menos me querrá lo bastante como para bailar también un baile de diez centavos (¡halaaaaa...!¡¡pero si hasta se parecen una burrada y todo!!)
Me he quedado sin temas amorosos. Sola, más sola que la una, sobre un mar de...
... piedra no, por favor. Prefiero seguir con vida. (¿Razonable o no razonable... el parecido?)
Aunque sea así, espachurrada contra el suelo.
Y eso haga que me sienta invisible, como un mueble.
Aunque casi mejor dejo la paranoia, y me desmeleno...
(chunda, chunda, chunda...)
...corriendo... y saltando... trilorilorilooo...
... con un paraguas rojo al que le gusta acaparar portadas...
... en medio de la ciudad de Nueva York, de noche, en la Zona Cero.
O de día. En medio de ninguna parte, o en el instituto que nunca volverá a ser "ninguna parte".
No, casi mejor tachad eso. No paséis página: arrancadla.
Y vamos a cambiar a un tema más alegre, por favor:
Una de las opciones del
Concurso Ojo Crítico (que fallé hace casi un mes) era crear una portada a partir de la (casi) nada. Como el concurso no era un concurso, sino un sorteo,
nunca pude hacerles el debido honor a los que decidieron crear unas portadas dignas de libro.Voy a empezar, de forma totalmente aleatoria, con la portada de
Sentirtuslatidos. No sé qué muñeca es esa, pero seguro que después de su sesión en el salón de belleza terminó divina de la muerte.
Ahora, con todos vosotros la de
rem, quien, aún a riesgo de ser quemada viva (*suspiro melodramático*) quiso intentar su propia versión de un libro de Katherine Neville.
Esta fue la versión más bestial de
Creatividad original (no digo nada más, porque ya hablé de ella cuando ganó el sorteo).
Ved el ángel de la cafetería de
Emma, que como alce la vista, va a verle todas las vergüenzas a ese escocés tan impúdico (que no impúbico).
Os presento a
LeLian, presumiendo de ojazos.
Y a
Liki, tocando ese Stradivarius suyo de medio millón de euros.
Esta fue la forma que tuvo
Mec de dejarme con la boca abierta ante semejantes dotes artísticas (y aún sigo así a día de hoy).
Con las barbies de
PaGe (que dejó que su niña interior se diera un fiestón al organizar la sesión de fotos) me eché unas carcajadas soberbias, yo solita, delante de la pantalla.
Que fueron las mismas que solté al ver la forma
inmejorable que tuvo
Kirtash de representar las Desconexiones de
Unwind.
Pues esto será todo por hoy (y me reservo el resto para la próxima vez). Feliz sábado a todos, y
mucho cuidadito con lo que contestáis en la encuesta de los Juegos, que os estoy observandooooo... buuuuuuuuuh... (No me digáis que esta mirada tan fija no os pone nerviosos.)