Breve historia de las portadas (octava parte)

Hoy la cosa va de parejitas:

¿Un beso o un secreto?

Todo empieza con un secreto. Un fantasma contándote al oído los últimos cotilleos, por ejemplo. Lo que convierte al fantasma en tu mejor amigo.

Pero después están los mejores amigos de verdad. ¿No es mejor contarles los secretos a ellos?

Claro que siempre puedes elegir contárselos a tu reflejo. Seguro que él no te falla.

Aunque parece que este que este chico está cansado de secretos. Él va a preferir darle a la chica un beso en la frente.

O en la mejilla.

O en el cuello.

¿Un beso o un secreto?

Una portada igualita (¡¡hasta los modelos se parecen!!), sólo que creada 15 años antes.

Esto tal vez sea sólo un secreto, pero la química está en el aire... Entonces: ¿un beso o un secreto?

No, un secreto no. Un beso en los labios.

¿Un beso o un secreto? Me callo los spoilers que se mueren por salir a borbotones de mis teclas.

Casi mejor un secreto. Eso sí, llenémoslo bien de tatuajes.

Ni beso ni secreto. Más bien parece que la esté evaluando. Y que le gusta, y mucho, lo que ve.

A este también le gusta lo que ve. El suyo es el beso de Blancanieves y de la Bella Durmiente. Incluso los no-muertos tienen derecho a pasárselo bien.

Si os dais cuenta, eso del amor prohibido zombi-humano no deja de ser igual que el amor prohibido de toda la vida, sólo que más... heavy.

Lo de estos dos es un secretazo en toda regla, y también encaja dentro de lo de prohibido. Pobre rubia: con semejante cornamenta, no sé cómo cabe por la puerta.

Parece que al final la chica de la coleta fue la que se quedó con el chico. Aunque por lo visto hay alguien al acecho, acosándolos. ¿Será la rubia de los cuernos?

Y después están ya los besos de playa, y las monerías al oído. ¿Secretos? Llámales X.

Ponle el zoom a la imagen, y podrás ver esto. Menudas espaldas que se gastan algunos...


Y ahora, vamos a ver todos los fetiches de zapatos, pies y piernas varias:

Empezamos donde lo dejamos: amor playero.

Seguimos con el beso All-Stars de puntillas de toda la vida (¿o será esto un secreto? Hmmm...)

Un poco más de lo mismo, pero sin puntillas ni All-Stars. El chico no debe de ser demasiado alto (o eso, o la alta es ella).

¿Qué solución puede haber para un problema de alturas? Sentarse, por supuesto. E igual que si volviéramos a la playa... descalcémonos todos. Pero que no se quiten los vaqueros desgastados, por favor.


Y para terminar, una imagen que no tiene nada que ver con las demás. Pero me gusta esta portada, hoy está lloviendo a cántaros (aunque no me pillarían ni muerta haciendo lo mismo que esta chica), y además me apetece colgarla.